El chocolate es un alimento milenario que no goza precisamente de buena fama. Muchos sostienen que engorda y que no es saludable. La ciencia no está tan de acuerdo con eso y sostiene que tiene muchos beneficios nutricionales. Claro que eso depende del chocolate que se trate.
Cada 13 de septiembre se le rinde homenaje a uno de los manjares más sabrosos que dio la naturaleza: es el Día Internacional del Chocolate, una festividad que surgió en Francia en 1995, como homenaje al escritor británico Roald Dahl, autor de la magnífica y deliciosa historia Charlie y la Fábrica de Chocolate.
Pero esta fecha también contó con el apoyo de los Estados Unidos, y todo por una casualidad de lo más cremosa, dado que ese mismo día también nació Milton S. Hershey, el fundador y dueño de la Compañía de Chocolates Hershey.
¿Quién puede resistirse a un trocito de chocolate? Este delicioso manjar conquista paladares en todo el mundo. La historia detrás de este manjar, la verdad sobre si es saludable o no y tres recetas para disfrutar sin culpa.
Un viaje en el tiempo: la historia del chocolate
El chocolate tiene sus orígenes en Mesoamérica, donde los antiguos mayas y aztecas lo consideraban un alimento de los dioses. Elaboraban una bebida espumosa y amarga a partir de las semillas del cacao, que era utilizada en ceremonias religiosas y como moneda. Fue gracias a los conquistadores españoles que el chocolate llegó a Europa y se popularizó, evolucionando hasta convertirse en el dulce que conocemos hoy.
Más allá de su delicioso sabor, el chocolate ofrece diversos beneficios para la salud, siempre y cuando se consuma con moderación y se elija el indicado.
Beneficios del chocolate para la salud
- Fuente de antioxidantes. El cacao es rico en flavonoides, compuestos que ayudan a proteger nuestras células del daño oxidativo.
- Mejora el estado de ánimo. El chocolate estimula la producción de endorfinas, las hormonas de la felicidad, lo que puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el humor.
- Protege el corazón. Algunos estudios sugieren que el consumo moderado de chocolate puede ayudar a reducir la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Cómo distinguir un chocolate de buena calidad
- Color. Debe ser marrón muy oscuro y brillante, uniforme, sin ningún tipo de mácula, burbujas o hendiduras.
- Aroma. Cuanto más olor desprenda un chocolate, de mejor calidad es.
- Tacto. Debe ser firme, al partirse el sonido debe ser seco y quebradizo.
- Fundido en boca. La disolución ha de resultar fácil, continuada y completa.
- Sabor. La acidez debe predominar sobre el amargor y el dulzor debe estar equilibrado. En los buenos chocolates se detectan notas de frutos secos, frutas, especias.
- El chocolate de calidad está compuesto únicamente por manteca de cacao (a mayor porcentaje más calidad), polvo de cacao, lecitina de soja (para emulsionarlo) y azúcar. Si se agrega leche se obtiene chocolate con leche.