Por qué es clave abrir las ventanas en invierno, aunque haga frío
Ventilar bien el hogar ayuda a prevenir enfermedades, moho y el aire viciado. La ciencia lo respalda.

- Volanta: Hogar
Aunque parezca una contradicción, abrir las ventanas en pleno invierno no solo es recomendable: es fundamental para cuidar la salud respiratoria y mejorar la calidad del aire dentro de tu hogar.
Durante los meses fríos, es común que las familias sellen puertas y ventanas para conservar el calor. Sin embargo, esta práctica favorece la acumulación de microorganismos, humedad, moho y contaminantes invisibles como el dióxido de carbono y los compuestos orgánicos volátiles. Estos elementos pueden generar alergias, afectar las vías respiratorias y aumentar el riesgo de enfermedades.
Ventilar en invierno: cuánto, cuándo y por qué
Los especialistas recomiendan ventilar al menos dos veces al día, durante 5 a 15 minutos. Esto ayuda a renovar el aire sin enfriar excesivamente los ambientes. Los mejores momentos para hacerlo son:
-Temprano por la mañana: antes de encender la calefacción, para evitar la pérdida de calor
-Al mediodía: cuando el sol está alto y ayuda a calentar y desinfectar los espacios.
Además, es esencial priorizar la ventilación en:
-Baños y cocinas: donde la humedad se acumula con más facilidad.
-Dormitorios y salas comunes: sobre todo si se comparten entre varias personas.
Lo que dice la ciencia
Según la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU., un hogar debería renovar el aire interior al menos 0,35 veces por hora. El tiempo necesario para lograrlo varía según:
- El tamaño de la vivienda
- La cantidad de personas que la habitan
- El nivel de humedad interior
- Las condiciones climáticas externas
No hay que temerle al frío si se trata de salud. Incorporar unos minutos de ventilación diaria puede transformar un espacio cerrado en un ambiente más saludable para toda la familia.