Este es el motivo por el cual ya no vienen cargadores al comprar un nuevo teléfono móvil

El cargador es un elemento esencial para cualquier teléfono, ya que permite recargar la batería diariamente. A pesar de su importancia, marcas como Apple y Samsung fueron las primeras en dejar de incluirlo en sus paquetes. Con el tiempo, esta medida se ha extendido a prácticamente todas las compañías, convirtiéndose en una norma no escrita que implica un gasto adicional para los usuarios.

El iPhone 12 fue el primer dispositivo en venderse sin cargador. Anteriormente, Apple incluía en la caja el cargador, el cable y unos auriculares con cable. A partir de 2020, la empresa decidió ofrecer solo el cable, y otras marcas siguieron su ejemplo. Para 2025, ya no hay fabricantes que incluyan el cargador de manera estándar, a menos que el cliente pague un extra por ello.

¿Por qué las marcas tomaron esta decisión?

A primera vista, podría pensarse que el motivo principal es económico. Al no incluir el cargador, los fabricantes ahorran millones y, al mismo tiempo, generan ingresos adicionales al venderlo por separado. Sin embargo, las razones van más allá del beneficio financiero. Muchas empresas argumentan que esta medida responde a preocupaciones medioambientales.

La Unión Europea ha respaldado esta postura, señalando que la inclusión de cargadores en cada compra contribuye al aumento de residuos electrónicos. Según datos de la ONU, estos desechos crecen cada año, y los cargadores representan una parte significativa del problema. Muchos usuarios ya tienen cargadores en casa, por lo que incluir uno nuevo en cada compra resulta innecesario y contraproducente para el medio ambiente.

En este contexto, la UE ha impulsado una normativa que exige a los fabricantes utilizar puertos USB-C en todos los dispositivos vendidos. Este estándar ha permitido que los cargadores sean compatibles con una amplia gama de dispositivos, reduciendo la necesidad de incluir uno nuevo con cada teléfono. Además, las cajas deben indicar claramente si incluyen o no un cargador, y en caso de que lo hagan, el precio será más alto.

El impacto en los consumidores y el medio ambiente

Aunque algunos usuarios pueden sentirse incómodos con esta medida, la realidad es que fomenta un consumo más responsable. Al no recibir un cargador con cada compra, los consumidores tienden a reutilizar los que ya tienen, lo que reduce la generación de residuos electrónicos. Además, la estandarización del USB-C ha simplificado la compatibilidad entre dispositivos, eliminando la necesidad de tener múltiples cargadores para diferentes marcas.