El fotoperiodista Pablo Grillo será dado de alta el próximo martes
“Ya me llega el alta, el lunes lo firman los directores y el martes me voy para el centro de rehabilitación”, confirmó Grillo

- Volanta: Hospital Ramos Mejía
El fotoperiodista Pablo Grillo será dado de alta de la terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía el próximo martes, y trasladado al Hospital Manuel Rocca, donde continuará su recuperación. Lo anunció su familia este viernes. Fue gravemente herido el 12 de marzo mientras cubría una represión de las fuerzas seguridad en las inmediaciones del Congreso.
“Ya me llega el alta, el lunes lo firman los directores y el martes me voy para el centro de rehabilitación”, confirmó Grillo. Desde el inicio, su cuadro fue crítico: sufrió un traumatismo de cráneo, múltiples fracturas y pérdida de masa encefálica, producto del impacto directo de un cartucho de gas lacrimógeno.
Durante estas semanas, debió ser sometido a varias cirugías, incluida una intervención reciente para corregir una fuga de líquido cefalorraquídeo. Según explicó su padre en declaraciones a AM750, “van a extraer un pequeño fragmento de tejido mucoso para tapar el área dañada. Estiman que la cirugía durará unas pocas horas, bastante menos que las primeras intervenciones, que se extendieron por más de cinco horas”.
A pesar de la gravedad de sus heridas, la evolución fue positiva. El miércoles pasado, su familia celebró que pudo salir a tomar aire fresco por primera vez desde su internación: “Pablo salió a pasear por el hospital. No fue a hacerse ningún estudio ni chequeo, salió a disfrutar un poco de aire fresco, la alegría es total”, compartieron en la cuenta Justicia por Pablo Grillo.
Un disparo que cambió todo
El 12 de marzo, Pablo Grillo estaba trabajando como fotoperiodista en el marco de una movilización frente al Congreso de la Nación, cuando fue alcanzado por un proyectil disparado por Gendarmería. Según la investigación, se trató de un cartucho de gas lacrimógeno de largo alcance que impactó directamente en su cabeza.
Ese mismo día fue trasladado de urgencia al Hospital Ramos Mejía, donde ingresó con un gravísimo traumatismo de cráneo, múltiples fracturas faciales y pérdida de masa encefálica. Estuvo en estado crítico y debió atravesar varias cirugías durante su internación en terapia intensiva.
A un mes del ataque, su familia informó que, aunque había planes para trasladarlo a una sala intermedia, su estado obligó a mantenerlo en cuidados intensivos debido a la pérdida de líquido cefalorraquídeo.
La investigación judicial
La causa está en manos del Juzgado Criminal y Correccional Federal N°1, a cargo de María Servini. En ese marco, se solicitó la remisión del legajo del cabo primero Héctor Jesús Guerrero, señalado como quien disparó la granada de gas que hirió a Grillo.
En su descargo, Gendarmería Nacional reconoció que “jamás se debe dirigir el arma hacia una persona”, ya que, de hacerlo, puede “producir lesiones graves e incluso la muerte”. El informe oficial también remarca que los cartuchos de largo alcance, como el que impactó en Grillo, “no son convenientes para dispersar tumultos o manifestaciones” y que “si deben usarse, deben ser disparados contra el suelo o una pared”.