Cómo aliviar la "Resaca" luego de la navidad
Brindar con amigos puede ser una tortura el día después de Nochebuena. Cómo evitar la resaca antes de tomar alcohol y qué hacer al día siguiente.
- Volanta: Excesos
Cuando hablamos de "resaca" nos referimos al término para describir el conjunto de molestias y síntomas que se experimentan después de haber consumido en exceso alcohol.
La intensidad de la resaca varía de persona a persona. Para algunas, incluso una pequeña cantidad de alcohol puede ser suficiente para desencadenar los efectos de la resaca, mientras que otras pueden beber en grandes cantidades y no sentir sus efectos al día siguiente. Sin embargo, en términos generales, cuanto más alcohol se ingiere, mayor es la probabilidad de experimentar estos síntomas al día siguiente. A pesar de esto, no existe una regla exacta que permita saber cuánto alcohol se puede consumir sin que aparezca la resaca.
El consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas es una práctica común en nuestra sociedad. No obstante, el problema surge cuando este consumo comienza a tener repercusiones negativas en diversos ámbitos, como la salud, las relaciones sociales, la economía y el rendimiento laboral.
Los efectos de una ingesta excesiva de alcohol suelen manifestarse al día siguiente, y estos síntomas varían según la cantidad consumida y el estado físico de cada persona. Aunque el alcohol no es el causante directo de la resaca, la mayoría de los síntomas están relacionados con su metabolismo en el organismo y con los subproductos residuales que se generan durante este proceso. Los síntomas más comunes incluyen cansancio extremo, debilidad, sed, boca seca, dolores musculares, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal, insomnio, sensibilidad a la luz y al ruido, mareos, temblores, sudoración, dificultad para concentrarse y cambios de humor, como ansiedad e irritabilidad.
En la mayoría de los casos, los efectos de la resaca desaparecen por sí solos tras un día de malestar, pero cuando el consumo de alcohol es excesivo, pueden surgir problemas de salud más graves, como confusión, convulsiones, respiración irregular, piel azulada, ritmo cardiaco más lento o incluso desmayos, situaciones que requieren la intervención de un profesional de la salud.
Consecuencias del consumo excesivo de alcohol
Deshidratación: El alcohol inhibe la liberación de vasopresina, una hormona que ayuda a los riñones a retener líquidos. Como resultado, el cuerpo produce más orina, lo que puede causar deshidratación, provocando síntomas como sed excesiva, cansancio, dolor de cabeza, mareos y aturdimiento.
Bajos niveles de glucosa en sangre: El consumo de alcohol puede reducir los niveles de glucosa en sangre, lo que genera sensación de cansancio, debilidad, temblores, convulsiones o alteraciones emocionales.
Exposición al acetaldehído: Durante el metabolismo del alcohol se produce el acetaldehído, una sustancia tóxica que contribuye a la inflamación de órganos como el hígado, páncreas, cerebro y tracto gastrointestinal.
Inflamación: El sistema inmunológico puede desencadenar una respuesta inflamatoria como defensa del organismo.
Interrupción del sueño: Aunque el alcohol puede inducir al sueño, este no suele ser reparador, lo que deja a la persona cansada y somnolienta.
Irritación gástrica: El alcohol irrita el revestimiento del estómago y aumenta la liberación de ácido, lo que puede provocar dolor estomacal, náuseas o vómitos.
Síntomas de abstinencia ligera: Si una persona ha consumido alcohol en exceso de forma regular y deja de beber, puede experimentar síntomas de abstinencia como ansiedad, nerviosismo, depresión o irritabilidad.
Factores que aumentan el riesgo de resaca
Existen varias circunstancias que pueden aumentar la probabilidad de sufrir una resaca, o incluso hacerla más intensa:
Antecedentes familiares de trastornos por consumo de alcohol: Si hay antecedentes en la familia, esto puede señalar dificultades en el metabolismo del alcohol.
Beber con el estómago vacío: El alcohol se absorbe más rápidamente en el cuerpo si no se ha ingerido comida previamente.
Consumir alcohol junto con otras sustancias: La combinación de alcohol con otras drogas puede aumentar el riesgo de efectos adversos.
Bebidas alcohólicas oscuras: Las bebidas como el vino tinto, el whisky o el ron oscuro contienen más congéneres, compuestos producidos durante la fermentación y destilación, que pueden aumentar la severidad de la resaca.
Falta de descanso: No dormir lo suficiente empeora los síntomas de la resaca.
Consejos para aliviar los efectos de la resaca
Descansar: El descanso es clave para recuperarse después de una noche de excesos. Dormir al menos ocho horas ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y regenerar tejidos.
Ejercicio ligero: A medida que la energía regresa, realizar actividades físicas suaves como caminar o practicar yoga puede acelerar la eliminación de toxinas y mejorar la circulación, lo que contribuye a aliviar el dolor de cabeza y a mejorar el ánimo.
Hidratarse: El agua es esencial para contrarrestar la deshidratación y aliviar síntomas como la fatiga y los mareos. También ayuda a los riñones y al hígado a eliminar las toxinas.
Alimentos nutritivos: Ingerir alimentos ricos en proteínas y antioxidantes (como huevos y plátanos) puede ayudar a combatir el estrés oxidativo causado por el alcohol.
Evitar más alcohol: No es recomendable seguir bebiendo alcohol cuando se está resacoso, ya que solo empeorará los síntomas.
Evitar el café: Aunque el café puede parecer tentador, en realidad es diurético y puede agravar la deshidratación, además de aumentar la acidez gástrica, empeorando los problemas digestivos.
Consultar a un farmacéutico: Si el dolor de cabeza es intenso, un analgésico de venta libre puede ayudar, pero siempre es recomendable consultar a un profesional para elegir el más adecuado.
En conclusión, la resaca es una respuesta natural del cuerpo ante el consumo excesivo de alcohol, pero sus síntomas pueden variar dependiendo de varios factores. El mejor consejo sigue siendo la moderación, para evitar tanto los efectos inmediatos como los daños a largo plazo.