Calor extremo y problemas de sueño: cómo dormir mejor y qué evitar

El calor extremo puede alterar nuestro descanso nocturno de manera considerable. Las altas temperaturas afectan nuestra capacidad para conciliar el sueño, provocando incomodidad y hasta insomnio. A medida que los veranos se vuelven más cálidos debido al cambio climático, más personas experimentan dificultades para dormir debido a la ola de calor. En este contexto, entender cómo el calor impacta en el sueño y tomar medidas para evitar sus efectos puede ser clave para mantener una buena salud física y mental.

¿Cómo el Calor Afecta el Sueño?

Cuando las temperaturas suben, nuestro cuerpo se ve obligado a hacer más esfuerzo para regular su temperatura interna. Durante el sueño, el cuerpo necesita reducir su temperatura para alcanzar un estado de descanso profundo. Si el ambiente es demasiado caluroso, el cuerpo no puede enfriarse correctamente, lo que provoca que el sueño se vuelva más superficial y fragmentado. Esto no solo impide que descanses adecuadamente, sino que también interfiere con los ciclos del sueño, como el sueño REM, esencial para la recuperación mental y emocional. Para ellos, te dejamos algunos consejos para lograrlo:

Aire acondicionado o ventilador: Si tienes acceso a un aire acondicionado o un ventilador, úsalos para mantener la habitación fresca. Si no cuentas con ellos, intenta colocar un ventilador cerca de la ventana para que el aire circule.
Ropa ligera y transpirable: Opta por pijamas ligeros, preferentemente de algodón o lino, materiales que permiten que la piel respire y evitan el exceso de sudoración.
Bebidas refrescantes: Mantente hidratado durante el día, ya que la deshidratación puede empeorar la incomodidad del calor. Una bebida fría antes de dormir puede ayudar a regular la temperatura corporal, pero evita el alcohol y la cafeína, que pueden interferir con el sueño.
Ducha fría antes de dormir: Tomar una ducha tibia o fría antes de dormir puede ayudar a reducir la temperatura corporal y prepararte para descansar mejor.
Cierra las cortinas o persianas: Durante el día, mantener las cortinas cerradas o las persianas bajadas puede prevenir que el sol calienta en exceso la habitación. Esto es especialmente útil durante las horas más calurosas del día.
Coloca una bolsa de hielo: Si no tienes aire acondicionado, coloca una bolsa de hielo o una botella de agua fría cerca de la cama para enfriar el ambiente. El aire frío puede ayudar a calmar el calor extremo y facilitar el sueño.

Qué no hacer

Evitar ejercicios intensos antes de dormir: Realizar actividad física de alta intensidad puede aumentar la temperatura del cuerpo. Es mejor evitar hacer ejercicio justo antes de acostarse si vives en un clima caluroso.
No dormir con ventanas cerradas: Si no tienes aire acondicionado, es vital ventilar la habitación. Dormir con las ventanas cerradas en un ambiente caluroso puede empeorar la acumulación de calor.
Evitar dormir con muchas frazadas: En noches calurosas, trata de dormir con menos frazadas o sábanas ligeras. Las mantas pesadas aumentan la sensación de calor y dificultan el sueño.
No comer en exceso antes de dormir: Evita las cenas copiosas, ya que la digestión de alimentos pesados genera calor corporal adicional. Opta por cenas ligeras y frescas para mejorar la calidad del sueño.
No exponerse al sol en exceso por la tarde: Si bien la luz solar es esencial para regular el ritmo circadiano, la exposición excesiva al sol durante las últimas horas del día puede elevar la temperatura corporal y dificultar la conciliación del sueño.