Ataque en la Sociedad Rural: Bullrich puso a disposición a la Unidad de Investigación Antiterrorista
Por medio de una publicación realizada en la cuenta oficial de la cartera, se confirmó que la participación de la división dependiente de la Policía Federal comenzará a colaborar con los agentes de la Policía de la Ciudad. La causa quedó a cargo de Rafecas, quien subroga en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7 a Sebastián Casanello, debido a que se encuentra de viaje en el exterior.
Luego de que manifestaran su repudio al ataque que sufrió el representante de la entidad rural, la secretaria, Pamela Sousa, y otras dos personas, identificadas como Marcelo Narváez y Juan Harilaos, que se encontraba en el lugar, la ministra sostuvo: “Somos un Estado firme y nos encargaremos de que estos terroristas responsables nunca vuelvan a causar daño a la sociedad”.
El atentado ocurrió en Juncal al 4450, dirección que tenía como destino una encomienda que estaba dirigida a la Sociedad Rural, específicamente, a su presidente. Según las fuentes consultadas por Infobae, el paquete lucía como cualquier otro. Medía 13 centímetros de ancho, 9 de alto y 17 de largo. Sin embargo, en su interior se encontraba un explosivo que se detonó cuando Sousa lo abrió.
La detonación provocó varios daños en la oficina de Pino, puesto que la pantalla de la computadora y el teclado que se encontraban en el lugar quedaron inutilizables. La postal de la escena también quedó signada por la capa de cenizas que se esparcieron entre los papeles y los elementos de oficina.
Pese a que la secretaría la sostenía en sus manos al momento del estallido, no sufrió lesiones de gravedad. “Solo aspiró el humo que produjo el artefacto”, informaron las fuentes del caso. Sin embargo, los presentes fueron trasladados al Hospital Fernández y fueron hospitalizados bajo observación por precaución.
En el caso de Pino, confirmaron que no se encontraba cerca del explosivo, debido a que se acercó cuando vio que había humo. En las últimas horas, los pacientes fueron sometidos a una serie de análisis de laboratorio que dieron resultados normales, por lo que se espera que en las próximas horas reciban el alta médica.
“Esto es muy raro, nunca llegaron amenazas a esta oficina. Nunca vimos algo parecido, por suerte no pasó nada”, destacaron fuentes relacionadas a la Sociedad Rural a este medio. La tensión aumentó momentos más tarde, debido a que otro paquete había llegado a nombre del vicepresidente Marcos Pereda Born.
La segunda encomienda quedó en manos de la Brigada de Explosivos de la Policía de la Ciudad, quienes revelaron que no contenía ningún tipo de explosivo en su interior. De hecho, cuando este fue abierto comprobaron que llevaba un decodificador que había sido comprado por Pereda Born.
Por el momento, el juez ordenó una serie de medidas destinadas a reconstruir de forma precisa el recorrido que siguió el paquete, a la vez que solicitó a la Facultad de Farmacia y Bioquímica y el Malbrán que se encarguen de analizar qué tipo de sustancia cargaba el envío. Con los resultados de estas pericias, se podrá determinar si se trataba de un artefacto creado con compuestos tóxicos o biológicos.
Con los elementos secuestrados en el operativo, las autoridades buscan conocer cómo fue confeccionado el paquete. Además, se realizó un relevamiento de las cámaras de seguridad, con el objetivo de determinar quién fue el delivery que dejó el paquete en el edificio y conocer si se trataba de un empleado contratado por una cadena de envíos a domicilios o si lo hizo de forma particular.
La identidad del responsable es todavía el mayor misterio detrás de la causa, debido a que solo se pudo saber que el nombre del remitente comenzaba con “M”. El resto de la información fue destruida por la misma explosión, pero se solicitará la información a la empresa de logística que coordinó la operación.