Herramientas de Accesibilidad

radios

Radios en vivo

radios radios radios radios radios
Tedeum

Sanchez : " Recuperar la dignidad de cada argentino, el encuentro y la inclusión"

El tradicional Tedeum en la Iglesia Catedral de San Miguel de Tucumán, donde autoridades civiles, militares y eclesiásticas participaron de una ceremonia cargada de símbolos patrios y reflexiones profundas sobre el presente del país.

Sanchez : " Recuperar la dignidad de cada argentino, el encuentro y la inclusión"
  • Volanta: Tedeum

En el marco del 215° aniversario de la Revolución de Mayo, el gobernador Osvaldo Jaldo encabezó esta mañana el tradicional Tedeum en la Iglesia Catedral de San Miguel de Tucumán, donde autoridades civiles, militares y eclesiásticas participaron de una ceremonia cargada de símbolos patrios y reflexiones profundas sobre el presente del país.

La homilía estuvo a cargo del Arzobispo de Tucumán, Monseñor Carlos Sanchez quien propuso una mirada esperanzadora y comprometida con los más vulnerables. Inspirado en la parábola del Hijo Pródigo, el religioso trazó un paralelo con la Argentina actual, refiriéndose a la Patria como una gran familia que espera, abraza y trabaja por la dignidad de todos.

Durante su mensaje, también hizo referencia a los jóvenes que se han ido del país: “La Patria, también con dolor, se los ha permitido, deseándoles lo mejor. Algunos vuelven, otros sueñan desde lejos. Ojalá que muchos puedan decir: ‘¡Mirá qué bien que les va!’ y se animen a regresar”.

Finalmente, el arzobispo cerró con un mensaje de unidad: “Celebremos una fiesta. Hoy festejamos a la Patria, a sus hijos e hijas, a quienes dieron su vida por una Nación grande y soberana. Que renovemos nuestro compromiso por el bien común, incluyendo a todos y reconociendo la dignidad de cada argentino”.

Además del Gobernador, estuvieron presentes la intendente de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla; miembros del gabinete provincial y de la Corte Suprema de Justicia, legisladores, intendentes, delegados comunales, y fuerzas de seguridad. La misa también estuvo encabezada por el obispo auxiliar Roberto Ferrari.

A continuación, la homilía completa:

Queridos hermanos: ¡Feliz día de la Patria! 

Hoy los argentinos conmemoramos un aniversario más de la Revolución de Mayo. Son 215 años de aquel primer grito, como Pueblo anhelante de libertad, en aquel cabildo abierto de 1810, dónde se formó la primera junta de gobierno,  y que culminaría, como sabemos, y nos enorgullecemos de que así sea,  el 9 de julio de 1816, aquí cerquita, en nuestra casa histórica.

En el evangelio hemos escuchado a Jesús relatando una parábola, una historia con moraleja, parecida a la que dolorosamente vivimos no muy lejos, en nuestras familias y en nuestra querida Argentina. Antiguamente, se la llamaba parábola del hijo pródigo, pero con razón, los biblistas le cambiaron el nombre, por la del Padre Misericordioso, haciendo justicia, más a las actitudes del Padre que a las del hijo despilfarrador.

Quisiera, desde este texto que habla de un Padre, iluminar algunas realidades de La Patria. Padre y Patria, tal vez estén llamados a los mismos gestos, los cuales se encarnan en aquellos que tenemos responsabilidades compartidas y diferenciadas a la vez.

La parábola, cuenta de un padre con dos hijos, y allí, ya hay una idea de familia, de vínculos, de roles y responsabilidades entre ellos. Así es la Patria, una gran familia, la que formamos todos los argentinos y de la que todos participamos. La democracia tiene hoy la forma de la participación, donde cada uno, al modo de la familia, ocupa su lugar, su rol, en bien de todos y cada uno en particular.

El hijo menor pide irse y con su parte de herencia: La primera actitud bondadosa del padre es que se lo permite, y les reparte sus bienes. Y el hijo menor se va… Tenemos a muchos jóvenes que se han ido, y la Patria, también con dolor, se los ha permitido, deseándoles lo mejor, en otras tierras, a veces muy lejanas. Es cierto que es parte de un momento que viven tantos jóvenes, como parte de esta etapa de la vida, de experimentarse vivos, pero otros, porque no encontraron aquí cómo cumplir sus sueños. 

Muchos de ellos viviendo, no de lo que estudiaron o se prepararon, sino en otras tareas que aquí, ni se hubieran animado a hacerlas, y a otros que los llevaron, como al joven del evangelio, a verse denigrados en su dignidad de personas por distintos motivos. 

¿Qué no supimos darles, o qué no supieron ver ellos, hacia qué o hacia dónde estábamos o estamos mirando?... Para que nos preguntemos, cada uno desde su responsabilidad.

Y hay otros que se fueron de casa, pero que andan entre nosotros, o en nuestras calles, o en las adicciones, los descartados, etc. No puedo dejar de recordar con tristeza al muchacho que durmió en ese contenedor, buscando comida y calor, y que salvó su vida de milagro, un emergente de muchos que necesitan oportunidades. Tal vez podría haber sido la situación del joven del evangelio, que quería comer lo que comían los cerdos. 

Realidad dura que nos golpea. ¡Y que nos golpee!, sí, para que no nos durmamos y no nos acostumbremos. A veces me ha costado despertar a algún muchacho dormido en la puerta del obispado, y me duele…, o escuchar a alguien que pide en la vereda, y me dice: “me quiero morir, ya mi vida no tiene sentido”, como que no basta una limosna... Pero sus vidas tienen sentido y un valor infinito, inalienable, igual que yo, ni más ni menos. Siempre me digo “no te acostumbres a mirar los cerros hermosos de Tucumán”, y hoy, pido no acostumbrarme a mirar los rostros y las realidades de los que sufren.

Volviendo al joven del evangelio. Ojalá que muchos jóvenes que se fueron puedan mirar hacia aquí y decir : “Mirá, qué bien que les va, cómo han seguido luchándola y salieron adelante!! Y se animen a volver… O también, a dar lo mejor de sí mismos allí donde están, y mostrar al mundo qué importante es nuestra argentina, aportando algo y dando al mundo nuestra riqueza humana, intelectual y espiritual. Como sabemos que muchos lo hacen. Muchos que nos enorgullecen desde otros lugares. 

Y a los que se fueron acá cerquita, que andan entre nosotros, que les demos oportunidades, porque ninguna vida está perdida, ni definida, ni determinada para siempre. Toda vida vale!! Y si vale, es porque tiene un valor infinito y está llena de oportunidades.

Qué hermoso sueño de libertad el de este joven de la parábola, pero que terminó aplastándolo, porque la libertad tiene el parámetro del bien y de la sublime dignidad del otro. «Todo ser humano tiene derecho a vivir con dignidad y a desarrollarse integralmente, y ese derecho básico no puede ser negado por ningún país. Cuando este principio elemental no queda a salvo, no hay futuro ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad» (DI 33).  Abramos caminos de dignidad!!

“Lo vio de lejos”: Como el padre del evangelio, la nuestra es una Patria que espera, que no olvida, que anhela el regreso de sus hijos e hijas que se fueron, porque siguen estando en su corazón. 

El que ve de lejos, es el que no deja que el árbol le tape el bosque, el que ve más allá de la coyuntura, de las disidencias, como Belgrano, o San Martín, o Bernabé Aráoz. Que vieron la Patria que se venía no desde mezquindades o avaricias, sino sabiendo que hay que poner lo mejor de cada uno, y juntos, “decididamente” pechar para adelante.

“Corrió a su encuentro”: No esperó a que el hijo llegara humillado, esa corrida del padre disimula el momento, esa corrida es como un puente entre los dos, porque achicó distancias. ¡Cuánto nos hace falta correr hacia los otros y crear puentes!! Con el diálogo, el encuentro y la escucha paciente. Reconociendo que el otro tiene algo importante que aportar. “Consensos superadores” podríamos llamarlos. Nadie agota todas las ideas, nosotros solos no tenemos todas las respuestas. No esperar a que el otro llegue, saber leer y ver, que el otro me necesita y yo lo necesito, que juntos podemos más y mejor, construyendo juntos.  Los consensos superadores necesitan que cada uno abandone un poco su postura, un poco de su verdad, para asumir algo que tienen los demás. Toda persona o institución tiene una parte de verdad que me puede ayudar a superarme, a superarnos con nación, como Patria, como ciudadanos.

El Papa León, les habló a los medios de comunicación de “desarmar las palabras”: “No necesitamos una comunicación ruidosa y contundente, sino una comunicación capaz de escuchar y recoger las voces de los débiles que no tienen voz. Desarmemos las palabras y ayudaremos a desarmar el mundo. Una comunicación desarmada y desarmante nos permite compartir una visión diferente del mundo y actuar de forma coherente con nuestra dignidad humana”.

Es una invitación al diálogo constructivo de todos los actores de la sociedad. Necesitamos del diálogo y la escucha. Hay caminos que se están transitando aquí en Tucumán, en encuentros de políticos, de diversas fuerzas, que van dando pasos en este sentido. Incluso preparando el jubileo de los políticos. Alentamos a seguir encontrándonos.

“Lo abrazó y lo besó”: El padre lo hace con ese hijo que llegaba sucio, hambriento, despojado, deshilachado y sin dignidad. Una Patria que abraza y besa, con calor y pasión, así como la bandera, que abraza en cualquier rincón del país. Una Patria que abraza sin asco, que besa heridas o las cura rápido, que dignifica, que convierte en un igual, más allá de su condición, religión o estado. El abrazo de un hogar, de un trabajo digno, de una educación integral y el beso respetuoso del que dignifica con sus opciones y emprendimientos. “Dignidad infinita, que se fundamente inalienablemente en su propio ser, le corresponde a cada persona humana, más allá de toda circunstancia y en cualquier estado o situación en que se encuentre” (Dignitas infinita 1). 

“Le pone ropa limpia, un anillo en su mano y sandalias en los pies”: Le devuelve la dignidad de hijo, sin esperar ninguna palabra. La ropa y los borcegos para un trabajo que permita llevar el pan a casa. Que trabajemos juntos para “vestir” así, dando dignidad a cada argentino, a cada tucumano. Que linda tarea la de los que llevan comida a los hospitales, o en los albergues y los hogares de Cristo donde se hace algo parecido. La comida caliente, la cama que cobija, la ropa que se lava y un poco de perfume… “El perfume del amor”.

“Su padre le suplicaba que entrara”: Le pide al hijo mayor, que está enojado, que entre a la casa. Porque su hermano ha vuelto sano y salvo. La Patria nos llama a alegrarnos de la vida de los demás, de sus regresos y progresos. Dejar las envidias y creernos más dignos que los otros, alegrarnos de que alguien pueda cambiar y empezar de nuevo. Reconocernos hermanos, somos hermanos, no rivales, ni competidores, mucho menos enemigos. Somos hermanos, argentinos!!

“Celebremos una fiesta”: Hoy festejamos a la patria, a sus hijos e hijas, a los que nos precedieron y dieron su vida, a nuestros próceres, a ciudadanos y gobernantes, a los anónimos que dejaron lo mejor, a los trabajadores, docentes y políticos que trabajan por una Patria grande y soberana.

Que hoy renovemos el compromiso por el bien común incluyendo a todos, comprometiendo nuestros esfuerzos por lograr la plenitud humana de muchos descartados, reconociendo su dignidad y sus derechos, que nos hagan vivir en esta “casa nuestra”, la Patria, en fraternidad y respeto mutuo. 

¡Viva La Patria!

Te puede interesar

GN Noticias
25 de Mayo de 2025
 
Seguinos

GN NOTICIAS © 2024. Todos los derechos reservados ®
POLÍTICAS DE PRIVACIDAD
TÉRMINOS Y CONDICIONES
PROTECCIÓN DE DATOS

GN NOTICIAS es una empresa de NETWORK MULTIMEDIOS
Director: Rafael Bulacio
Redacción: Virgen de la Merced 179 1, San Miguel de Tucumán, Tucumán, Argentina.
Teléfono: 0381 430-0814

afip
Seguinos
×
×
metricol