Pese al rechazo de los gremios, el Gobierno otorgará un aumento del 6,8% a los docentes universitarios
Los gremios habían rechazado el aumento al manifestar que la cifra ofrecida estaba por debajo del monto perdido por la inflación y en rechazo al veto contra la Ley de Financiamiento Universitario.
El Gobierno, a través del Ministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello, anunció un incremento salarial del 6,8% destinado al personal universitario. La medida llega en un contexto de tensión entre el Gobierno y el sector educativo.
Según lo expresado en un comunicado oficial del Ministerio, “pese al rechazo gremial, se otorgará el mayor aumento acumulado a este mes dentro del Estado Nacional, en consonancia con el compromiso asumido de priorizar el salario y no las disputas políticas”.
El documento también señala que el incremento será desglosado de la siguiente manera: “5,8% adicional al 1% establecido para personal docente y no docente de las Universidades Nacionales para el mes de octubre”.
Asimismo, se informó que, de este modo, los sueldos del personal universitario se equipararán con los del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP), alcanzando a empleados administrativos y profesionales dentro de la Administración Pública Nacional. Además, se activará la Garantía Salarial Docente para los docentes de categorías más bajas.
El conflicto entre el Gobierno y las universidades
Este aumento salarial se anuncia en un escenario marcado por el conflicto entre el Gobierno y las universidades nacionales, tras el veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. La tensión escaló con la reciente Marcha Universitaria Federal, que reunió a diversos sectores académicos en reclamo de mayor presupuesto y mejoras salariales.
En este contexto, el Gobierno se vio en la necesidad de acercarse a los gremios docentes para intentar destrabar el conflicto, aunque hasta el momento no se ha alcanzado un acuerdo. A menos de una semana de la marcha, el Ejecutivo ajustó su estrategia para obtener el respaldo necesario que le permita sostener el veto presidencial, mientras continúa el diálogo con el sector.
En paralelo, por primera vez desde la creación de la mesa de diálogo con el Gobierno, el PRO no asistió a la Casa Rosada para definir la agenda parlamentaria de la semana. Este hecho refleja una reorganización interna en el partido opositor, que busca adoptar una postura unificada sobre el veto presidencial, tema que será debatido en la Cámara de Diputados en breve. Luego de un periodo de incertidumbre, el PRO, liderado por Mauricio Macri, decidió emitir un comunicado oficial en el que expresó su apoyo al oficialismo en el recinto parlamentario, aunque no sin antes señalar algunas críticas al Poder Ejecutivo.
El PRO subrayó la necesidad de que el Gobierno convoque a un diálogo urgente con los gremios universitarios para alcanzar un acuerdo. Asimismo, en su comunicado, pidió que se incluyan las necesidades de las universidades en el proyecto de Presupuesto 2025 “de manera prioritaria” y solicitó la derogación de una resolución emitida por el exprocurador Carlos Zannini. Según el PRO, la Superintendencia de Seguros de la Nación (SIGEN) debería involucrarse en la auditoría de las universidades nacionales, como parte de un esfuerzo por mejorar la transparencia en la asignación de fondos.
El comunicado oficial del PRO explicó las razones de esta decisión, destacando que el apoyo del partido opositor está en línea con su compromiso con La Libertad Avanza.
Sin embargo, el mensaje también incluyó críticas a la gestión de Milei. Según el comunicado del PRO, “habiendo pasado diez meses de gestión, el Gobierno se encuentra en un conflicto agravado por cuestiones internas del propio oficialismo, conflicto que con una gestión profesional y eficiente se podría haber evitado”. El PRO reiteró su postura al afirmar que “para el PRO, la gestión importa”, haciendo eco de los comentarios críticos que Macri ya había dirigido previamente al Poder Ejecutivo.
El respaldo del PRO es crucial para el oficialismo, que necesita entre 85 y 87 votos en la Cámara de Diputados para evitar que el veto de Milei sea rechazado. En caso de que la Cámara baja logre los dos tercios necesarios para rechazar el veto, la norma original sobre el financiamiento de las universidades podría reinstaurarse.