Lijo, Trump y una cadena de errores que golpea al Ejecutivo
Nominaciones fallidas, gestos diplomáticos sin resultados y conflictos internos generan una creciente pérdida de autoridad política para el oficialismo.

- Volanta: Análisis de gestión
El gobierno de Javier Milei atraviesa una serie de semanas políticamente adversas. A los conflictos internos por fallas de gestión se suma el malestar que genera la reacción de algunos ministros que buscan culpables externos mientras los errores acumulados se vuelven evidentes.
El caso Lijo y una nominación insostenible
La propuesta de nombrar a Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema marcó un punto de inflexión. Con un historial de 34 denuncias disciplinarias y causas sin resolución, su nominación fue cuestionada por múltiples sectores, incluidos referentes como Mauricio Macri, Elisa Carrió y María Eugenia Talerico.
En lugar de retirar el pliego ante la falta de respaldo legislativo, el oficialismo lo sostuvo hasta que fue rechazado, provocando una derrota innecesaria en el Senado. La presentación de Lijo, calificada como “patética”, alimentó aún más la polémica.
La estrategia del “autoengaño”
Desde sectores cercanos al gobierno, se minimizó el rechazo como si fuera inédito. Sin embargo, es común en otras democracias que los ejecutivos retiren candidatos cuando no tienen los votos. La decisión de avanzar con el pliego pese a las señales negativas refleja una combinación de soberbia y torpeza política.
Viaje fallido y lectura errónea
Mientras el Senado rechazaba la postulación de Lijo, Milei estaba en Estados Unidos, intentando reunirse con Donald Trump. El viaje terminó sin foto, sin encuentro, y con una serie de gestos cuestionados, como asistir a una gala privada donde el expresidente estadounidense nunca apareció.
La lectura errónea del anuncio de nuevos aranceles también generó desconcierto. Milei interpretó como gesto amistoso hacia Argentina un 10% de aranceles, cuando ese mismo porcentaje se aplicó a numerosos países. Mientras tanto, Mauricio Claver-Carone, ex funcionario de Trump, criticaba duramente la relación bilateral y las negociaciones con el FMI.
Conclusión: desgaste innecesario
Los errores de cálculo, la falta de lectura política y la defensa cerrada de decisiones impopulares están generando un desgaste interno que ya preocupa al oficialismo. La caída de la candidatura de Lijo es vista como un alivio institucional, pero el costo político lo carga directamente la figura presidencial.