Cuál es el país que habilitó el entierro de animales junto a sus dueños

Milán ha logrado un avance sin precedentes en Italia al convertirse en la primera ciudad en permitir el entierro conjunto de personas y sus mascotas. Esta histórica medida no solo refleja una importante evolución legislativa, sino también un cambio profundo en la mentalidad social del país.

El Ayuntamiento de Milán aprobó esta iniciativa tras la implementación de una ley regional de 2022, que habilita los cementerios municipales para acoger las cenizas de diversos tipos de animales domésticos, tales como perros, gatos, conejos, tortugas, roedores, peces y pájaros, entre otros. La medida excluye a aquellos animales utilizados con fines laborales, alimentarios o productivos.

De esta manera, los residentes de Milán que deseen descansar junto a sus mascotas pueden ahora hacerlo en los cementerios de la ciudad, con la posibilidad de que sus cenizas sean enterradas junto a las de sus compañeros de vida.

Un gesto de reconocimiento a la relación con las mascotas

Gaia Romani, concejala de Servicios Cívicos de Milán, calificó esta medida como un “acto de civilización” que refleja una “gran sensibilidad” hacia aquellos que consideran a sus animales como miembros fundamentales de la familia. Según Romani, la sociedad ha cambiado, y cada vez son más las personas que reconocen a sus mascotas como seres cercanos y esenciales en su vida.

La nueva ley permite que los animales sean enterrados en columbarios, tumbas familiares o celdas, con sus cenizas ubicadas junto a las de sus propietarios. Esta posibilidad busca fortalecer el vínculo emocional entre las personas y sus mascotas, incluso después de la muerte. No obstante, la ley establece algunas restricciones, como la prohibición de poner el nombre del animal en la tumba o incluir frases dedicadas a él. En su lugar, se autoriza la inclusión de una fotografía del propietario junto a su mascota.

Según explicó Romani, la ley regional establece que el animal debe ser enterrado en la misma tumba o parcela que su dueño, o bien después del entierro de este. También se prohíbe esparcir las cenizas del animal en los cementerios o trasladarlas a la necrópolis común.

Un reflejo de un cambio cultural en Italia y más allá

Aunque Milán es la primera ciudad en Italia en adoptar esta legislación, la medida refleja un cambio cultural mucho más amplio, no solo en Italia, sino en muchos países occidentales, donde las mascotas son cada vez más reconocidas como miembros vitales de las familias.

La ley surge en respuesta a una creciente demanda social, ya que muchos ciudadanos desean garantizar un descanso digno para sus animales, que han sido una parte esencial de sus vidas. Según Romani, en la actualidad muchos italianos consideran a sus mascotas como parte de su núcleo familiar, lo que hace que esta medida tenga un significado profundo para los amantes de los animales.

Además de su impacto legal, esta normativa inserta al tema de los entierros conjuntos de humanos y animales en un debate cultural más amplio sobre el lugar de las mascotas en la sociedad moderna. Romani concluyó que esta ley ofrece un “alivio” a quienes han compartido su vida con estos animales, permitiéndoles estar junto a ellos en el más allá, y asegurando así un descanso digno para sus queridos compañeros.