Trump elevó los aranceles y complicó el mercado del acero y aluminio
La decisión impactó a varios países, incrementando costos para consumidores y además pone en jaque el comercio internacional.

- Volanta: Guerra comercial
Desde este miércoles, Estados Unidos dio un paso firme para proteger su industria local con un incremento del 50% en los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio. La medida, anunciada por el presidente Donald Trump, afecta a prácticamente todos los países exportadores, con la excepción de Gran Bretaña, que mantiene su trato especial.
Esta fuerte alza supone un golpe para las empresas exportadoras y podría trasladarse directamente al bolsillo de los consumidores estadounidenses, elevando el precio de productos cotidianos como latas, clips y hasta electrodomésticos y vehículos.
Actualmente, las importaciones ya estaban gravadas con un 25%, cifra aplicada desde marzo pasado tras la orden ejecutiva de Trump que eliminó algunas exenciones. Sin embargo, el gobierno estadounidense considera que estos niveles no fueron suficientes para garantizar la seguridad nacional ni revitalizar el sector industrial del país.
Según el decreto oficial, este nuevo incremento busca “asegurar la sostenibilidad y la capacidad productiva” de las industrias de acero y aluminio, que hoy dependen en gran medida de las importaciones. En 2024, casi la mitad del acero y aluminio consumidos en Estados Unidos provinieron del exterior, destacándose como principales proveedores Canadá, Brasil y México.
¿Qué significa este aumento para Argentina?
Argentina, que ocupa el sexto lugar entre los proveedores de aluminio para Estados Unidos, podría enfrentar un duro golpe con esta nueva medida. Las exportaciones argentinas de acero y aluminio a EE.UU. sumaron cerca de 630 millones de dólares en 2024, cifra que representa una fuente importante de divisas para el país.
El endurecimiento de los aranceles podría traducirse en una caída significativa de la demanda estadounidense hacia productos argentinos, afectando a industrias locales y a la economía nacional en general. Esta situación genera incertidumbre en sectores que dependen del comercio exterior y pone en riesgo una valiosa vía de ingreso económico en un contexto global ya tensionado.