¿Quién gobierna el Vaticano tras la muerte del Papa Francisco?
Tres figuras claves toman el mando mientras se organiza el cónclave que elegirá al nuevo pontífice.

- Volanta: Transición
Durante la sede vacante, el gobierno papal queda suspendido. Sin embargo, algunas tareas continúan. La Curia Romana, estructura administrativa de la Iglesia, cesa en su conjunto, pero se habilita un esquema especial de funcionamiento limitado.
1- Camarlengo, cardenal Kevin Farrell
Es quien certifica oficialmente la muerte del Papa y asume la administración temporal del Vaticano. Bajo su custodia quedan las propiedades vaticanas, como el Palacio Apostólico, el de Letrán y Castelgandolfo. Además, organiza el funeral papal siempre bajo supervisión del Colegio Cardenalicio.
A su lado trabaja una pequeña “congregación particular”, un grupo reducido de cardenales que solo pueden intervenir en asuntos menores mientras se espera el cónclave.
2- Giovanni Re, el decano que coordina el paso a paso
Con 91 años, el cardenal Giovanni Battista Re no participará del próximo cónclave por su edad, pero cumple un rol protocolar esencial: convoca a los cardenales, informa a las embajadas acreditadas en Roma, organiza las Congregaciones Generales y traza la agenda del proceso previo a la votación papal.
3- Pietro Parolin: el operador vaticano que presidirá el cónclave
El peso político de esta etapa recae sobre el cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado. Cercano a Francisco, diplomático de carrera y uno de los nombres más fuertes dentro del Vaticano, será quien presida el cónclave y guíe la elección del nuevo sucesor de Pedro.
Además, deberá coordinar el momento más simbólico del proceso: preguntar al elegido si acepta el pontificado y liderar el acto de obediencia del resto de los cardenales.
Qué puede y qué no puede hacer el gobierno interino
Durante esta transición, no se pueden tomar decisiones propias del Papa: no se nombran obispos, no se promulgan leyes ni se modifican estructuras. Las funciones se limitan a lo ordinario y urgente.
El próximo cónclave del Vaticano comenzará entre el 5 y el 10 de mayo, cuando los cardenales se reúnan en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica. Hasta entonces, la barca de Pedro navega sin timón, sostenida por la tradición, la fe... y una estructura diseñada para no naufragar.