Por primera vez, el Vaticano exhibe la lanza con la que se hirió a Jesús

El Vaticano permitió por primera vez que los fieles contemplaran la Lanza de Longino, una reliquia de gran valor simbólico, durante el "Statio" de Cuaresma, una práctica litúrgica previa a la Semana Santa. Según la tradición, esta lanza fue utilizada por un soldado romano para perforar el costado de Jesús mientras aún colgaba de la cruz.

La reliquia, custodiada en Constantinopla antes de ser entregada al Papa Inocencio VIII en 1492, es una de las más veneradas en la Basílica de San Pedro, junto con el Rostro de la Verónica. El Evangelio de San Juan relata que, tras la crucifixión, un centurión perforó el costado de Jesús con su lanza, causando la salida de sangre y agua. Esta reliquia sigue siendo objeto de devoción y admiración.

La Lanza de Longino tiene una profunda carga simbólica en la tradición cristiana, representando el acto de testimonio y confirmación de la muerte de Jesús.

 A lo largo de los siglos, esta reliquia ha capturado la imaginación de creyentes e historiadores, quienes siguen indagando en su autenticidad y el significado que encierra dentro del contexto de la pasión de Cristo.