La Embajada Argentina en Kiev sufrió daños tras un ataque ruso
Lo informó el ministro de Exteriores luso, Paulo Rangel, quien anunció la presentación de una protesta formal a Moscú.
Un ataque ruso en Kiev este viernes causó "daños materiales relativamente leves" a las embajadas de al menos seis países, incluidos Portugal, Argentina, Albania y Montenegro, según informó el ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Rangel. Este anunció que presentarán una "protesta formal" a Rusia. Rangel detalló que no se registraron heridos entre el personal de la embajada portuguesa en Kiev, que comparte el edificio con las de Argentina, Albania y Montenegro.
El ministro condenó rotundamente el ataque y subrayó que es "absolutamente inaceptable" que se afecten instalaciones diplomáticas en un conflicto de esta índole. En respuesta, Portugal convocó al encargado de negocios de la embajada rusa en Lisboa para presentar la protesta. Según el Ministerio de Exteriores portugués, las embajadas afectadas son las de Albania, Argentina, Macedonia del Norte, Palestina, Portugal y Montenegro.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el ataque como "odioso" y expresó su condena destacando que este ataque fue dirigido contra un edificio que albergaba varias embajadas. Por su parte, el gobierno portugués también condenó "vehementemente" los ataques y convocó al encargado de negocios ruso en Portugal. Rangel comentó que varias misiones diplomáticas comparten el mismo edificio afectado por la explosión.
Horas antes, otro ataque ruso con misiles balísticos sobre Kiev dejó al menos un muerto y 12 heridos, según informaron funcionarios ucranianos. Moscú justificó su operación como una represalia por un ataque ucraniano en territorio ruso, utilizando armamento fabricado en Estados Unidos.
El ataque en Kiev ocurrió en la madrugada y fue precedido por tres explosiones fuertes. La Fuerza Aérea ucraniana interceptó cinco misiles balísticos de corto alcance Iskander lanzados contra la ciudad. Los restos de los misiles causaron daños e incendios en varios distritos de Kiev, afectando 630 edificios residenciales, 16 instalaciones médicas y 30 escuelas, lo que dejó sin calefacción a muchas de estas estructuras. Las autoridades pidieron a los ciudadanos que respondieran rápidamente a las alertas de ataques balísticos.
Rusia ha llevado a cabo bombardeos regulares en áreas civiles ucranianas desde el inicio de la guerra, buscando dañar la red eléctrica y desmoralizar a la población. Mientras tanto, Ucrania ha intentado atacar la infraestructura rusa que apoya el esfuerzo bélico del Kremlin.
En Kiev, los restos de misiles cayeron sobre el centro de la ciudad, causando daños en varios edificios de oficinas, la iglesia católica de San Nicolás y la Universidad Nacional Lingüística. La onda expansiva de un misil interceptado también dañó ventanas en seis embajadas, según el Ministerio de Exteriores ucraniano.
Que dijo Rusia respecto al ataque
Rusia defendió su ataque, asegurando que fue una respuesta a un operativo de Ucrania en Rostov, donde se emplearon misiles ATACMS y Storm Shadow proporcionados por Estados Unidos y el Reino Unido. Ucrania había atacado una refinería de petróleo en la región de Rostov, como parte de su campaña contra la infraestructura rusa.
El uso de armas occidentales para ataques en Rusia ha enfurecido al Kremlin. El 19 de noviembre, Ucrania disparó misiles de largo alcance entregados por Estados Unidos, lo que llevó a Moscú a utilizar un nuevo misil hipersónico, el Oreshnik, por primera vez. Aunque Putin sugirió que este misil podría usarse para atacar edificios gubernamentales en Kiev, no ha habido informes sobre su uso posterior.
En respuesta al ataque ucraniano en Rostov, Rusia lanzó un ataque grupal con "armas de largo alcance de alta precisión" contra instalaciones clave, incluyendo el centro de mando de la inteligencia militar ucraniana y sitios relacionados con la producción de misiles Neptuno y sistemas de defensa Patriot. El Ministerio de Defensa ruso aseguró que todos los objetivos fueron alcanzados exitosamente.