Cómo fue la vida del Papa en Perú
Robert Prevost, el primer Papa de Estados Unidos, fue obispo en Chiclayo y tiene fuerte conexión con América Latina.

- Volanta: Camino pastoral
Aunque Robert Francis Prevost de 69 años nació en Chicago, su verdadero camino como pastor comenzó en el norte del Perú, donde forjó una relación profunda con el pueblo y la cultura local.
Llegó en 1985 como misionero agustino y se instaló en la ciudad de Trujillo, donde asumió la dirección del seminario agustiniano. Además de guiar la formación de nuevos sacerdotes, enseñó derecho canónico en el seminario diocesano y fue designado prefecto de estudios, rol desde el que acompañó la formación intelectual y espiritual de jóvenes religiosos.
No fue una estadía transitoria. Prevost se integró por completo a la vida local, participando activamente de las comunidades, celebraciones religiosas y necesidades sociales. Su compromiso con los sectores más vulnerables lo llevó a Chiclayo, una de las zonas más empobrecidas del país, donde desarrolló una labor pastoral intensa: visitaba enfermos, recorría parroquias rurales y compartía el día a día con su gente.
En reconocimiento a su trabajo, recibió la ciudadanía peruana y adoptó como propios el idioma, las costumbres y el sentir del pueblo. Su español fluido, con tono local, se convirtió en símbolo de su integración total.
En 2014, el Papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo, donde terminó de consolidar su perfil como un pastor humilde, cercano y profundamente latinoamericano. Fue desde allí que, años después, Francisco lo llamó a Roma para asumir cargos clave en el Vaticano.