El gobierno coreano busca determinar cuál fue la causa de la tragedia aérea
En una nación devastada por el peor desastre aéreo en décadas, las autoridades surcoreanas intentan esclarecer las causas de un trágico accidente que dejó 179 muertos.
- Volanta: Corea del Sur
El nuevo presidente interino, Choi Sang-mok, encabezó el lunes una reunión para coordinar las acciones relacionadas con el accidente y ordenó a las autoridades de transporte y a la policía iniciar una investigación detallada sobre sus causas. Además, solicitó una revisión urgente de los sistemas de operación aérea en el país para garantizar la seguridad futura. “Una respuesta responsable requiere una renovación integral de los sistemas de seguridad aeronáutica para evitar que se repitan tragedias similares y construir un futuro más seguro para Corea del Sur”, declaró Choi, quien también ocupa el cargo de viceprimer ministro y ministro de finanzas.
El accidente ocurrió cuando un avión Boeing 737-800 de la aerolínea surcoreana Jeju Air se salió de la pista en el Aeropuerto Internacional de Muan, en el sur del país, chocando contra un muro de concreto y estallando en llamas. De las 181 personas a bordo, solo dos sobrevivieron: miembros de la tripulación que fueron rescatados de la parte trasera del avión, que fue la única sección que permaneció reconocible. El Ministerio de Transporte ha identificado a 141 de las víctimas hasta el momento, y se están realizando pruebas de ADN para identificar a los restantes.
Expertos en aviación, como Alan Price, un ex piloto jefe de Delta Air Lines, señalaron que el Boeing 737-800 es un modelo confiable y distinto del Boeing 737 Max, que estuvo involucrado en accidentes fatales en 2018 y 2019. Sin embargo, el gobierno surcoreano ha anunciado que llevará a cabo inspecciones de seguridad en todas las aeronaves Boeing 737-800 operadas en el país. También se investigará la posible relación entre el accidente y el sistema de localización del aeropuerto de Muan, que podría haber sido construido con materiales más livianos para minimizar el daño en caso de impacto.
Imágenes del accidente sugieren que los pilotos no activaron los flaps o slats, lo que podría haber sido causado por una falla hidráulica, y que no bajaron el tren de aterrizaje manualmente, lo que sugiere que no tuvieron tiempo. Aunque el avión parecía estar bajo control, el impacto con el muro de concreto fue devastador. Algunos expertos indican que problemas en el motor también podrían haber influido, pero coinciden en que el fallo en el tren de aterrizaje fue probablemente la causa principal del accidente.
Poco antes de que el avión intentara aterrizar, la torre de control había emitido una advertencia sobre aves en la zona y autorizó un cambio de aterrizaje. Según el Ministerio de Transporte, el piloto envió una señal de socorro poco antes del accidente, lo que deja entrever la magnitud de la emergencia que se produjo en el vuelo.
La tragedia provocó una oleada de condolencias y una declaración de luto nacional por parte del gobierno surcoreano. Sin embargo, surgieron dudas sobre si este accidente estaba relacionado con problemas de seguridad o fallos regulatorios, comparándolo con otros desastres ocurridos en el pasado, como el hundimiento del ferry Sewol en 2014 y la avalancha de Halloween de 2022.
Este desastre aéreo ha agregado más presión al gobierno de Corea del Sur, que aún está lidiando con una crisis política causada por la ley marcial impuesta por el presidente Yoon. La situación ha reavivado temores de un regreso al autoritarismo, lo que ha exacerbado las tensiones en el país y generado un clima de angustia colectiva.