El ex asesor de Trump había anticipado al nuevo Papa estadounidense
La elección de León XIV en el Vaticano desató enojo en la base ultraconservadora de Estados Unidos.

- Volanta: Polémica
La elección del nuevo Papa León XIV, primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia católica, causó un verdadero sismo político y religioso en los círculos más conservadores del mundo. Lo curioso: el controvertido Steve Bannon, exestratega de campaña de Donald Trump, ya lo había adelantado días antes.
En una entrevista a fines de abril con el periodista británico Piers Morgan, Bannon deslizó que el cardenal Robert Francis Prevost —ahora León XIV— era “uno de los tapados” con serias chances de suceder a Francisco, aunque, según él, se lo estaba subestimando por ser considerado “demasiado progresista”.
“Está en la lista corta, sin dudas”, dijo Bannon. “Es impactante, porque históricamente han despreciado la idea de un papa norteamericano. Pero aquí estamos”.
Trumpismo en alerta: el Papa que no querían, pero llegó
La figura de Prevost no solo resulta disruptiva por su nacionalidad. Con una trayectoria pastoral profundamente ligada a América Latina y una mirada cercana a las ideas reformistas de Francisco, su elección cayó como un baldazo de agua fría entre los seguidores del movimiento Make America Great Again.
La activista Laura Loomer, aliada del trumpismo, no tardó en etiquetar al flamante pontífice como “el papa marxista” en redes sociales. Otros referentes del sector expresaron su incomodidad con lo que consideran una “continuidad ideológica” del papado anterior.
Mientras tanto, el Vaticano guarda silencio frente a las críticas y el nuevo papa León XIV inicia su pontificado con el peso simbólico de ser el primer pontífice de origen estadounidense y el reto de conducir una Iglesia global en tiempos de cambio y tensión política.