Así se elige al nuevo Papa: quiénes deciden y qué papel juega cada uno
Mientras el mundo espera el “Habemus Papam”, dentro del Vaticano se activa una antigua maquinaria repleta de símbolos, secretos y poder real.

- Volanta: Cónclave
Cuando un Papa muere o presenta su renuncia, el Vaticano no solo entra en luto, sino también en una fase crítica conocida como “sede vacante”, donde todo queda en pausa hasta que un nuevo Pontífice sea elegido. Pero, ¿quién manda durante ese tiempo? ¿Quién vigila que todo siga el protocolo?
Aquí te contamos quiénes son los protagonistas silenciosos del ritual más solemne y secreto de la Iglesia Católica: el cónclave.
1- El camarlengo: el “administrador del vacío”
La figura que toma el control inmediato del Vaticano es el camarlengo, una especie de "jefe de Estado" temporal. Actualmente, ese rol lo ocupa el estadounidense Kevin Joseph Farrell, de 77 años. Su responsabilidad comienza al constatar la muerte del Papa, sellar su apartamento y organizar el funeral. Además, custodia los bienes de la Iglesia y supervisa que ningún detalle del proceso se filtre fuera de los muros del Vaticano.
2- El decano: el líder espiritual entre cardenales
El italiano Giovanni Battista Re, como cardenal decano, es quien guía espiritualmente al Colegio Cardenalicio. Fue él quien ofició el funeral del Papa Francisco (según contexto general), y será también el encargado de celebrar la misa previa al encierro en la Capilla Sixtina, donde se elegirá al nuevo Papa.
3- El maestro ceremoniero: el guardián del ritual
Cada gesto, cada palabra y cada momento dentro del cónclave está medido. Quien garantiza que el protocolo se cumpla al pie de la letra es el maestro de ceremonias pontificio, el arzobispo Diego Giovanni Ravelli. Su rol es simbólico y poderoso: cuando grita “Extra omnes”, ordena salir a todos los no electores, cerrando la puerta al mundo.
4- Parolin: el presidenciable que guía desde adentro
Dentro del cónclave, el máximo referente será el cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano y uno de los nombres más fuertes entre los “papables”. Será él quien pregunte al cardenal electo si acepta su nombramiento como nuevo Sumo Pontífice. Si es elegido, el protocolo pasaría a otro cardenal.
5- La llave sagrada: quién abre y cierra la Sixtina
El acceso físico a la Capilla Sixtina recae en el cardenal George Jacob Koovakad, quien, como último en la jerarquía de los diáconos, es el encargado literal de cerrar con llave el lugar donde se decide el futuro de la Iglesia Católica.
6- La voz del mundo: el anuncio final
Cuando el humo blanco sale de la chimenea, el mundo contiene la respiración. La espera termina cuando el cardenal protodiácono, en este caso el francés Dominique Mamberti, aparece en el balcón de San Pedro para anunciar: “Habemus Papam”. Ese momento, cargado de historia y emoción, marca el fin del cónclave y el inicio de un nuevo pontificado.