Todo lo que debes saber antes de ver El Eternauta
La serie ya está disponible completa para ver en la plataforma, hablada en español y rodada en Buenos Aires, ciudad que no solo es escenario, sino protagonista del relato.

- Volanta: Streaming
Desde este miércoles 30 de abril, Netflix puso en pantalla su esperada adaptación de El Eternauta, la historieta más emblemática de la ciencia ficción argentina.
1. Fue publicada entre 1957 y 1959 en entregas semanales
La historia apareció por primera vez en la revista Hora Cero, a lo largo de 106 episodios. Escrita por Héctor Germán Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López, combinó por primera vez ciencia ficción con crítica social y escenarios reconocibles de Buenos Aires.
2. Su protagonista es un hombre común
Juan Salvo, el Eternauta, no es un superhéroe. Vive en Vicente López y juega al truco con sus amigos cuando comienza la invasión. “El héroe no lleva capa, sino un traje improvisado”, recuerda Time Out, y añade: “El apocalipsis empieza en la vereda de tu casa”.
3. La nieve mata
La historia arranca con una nevada tóxica que cubre Buenos Aires. Un solo copo sobre la piel, y morís. “Esa noche, jugando al truco, empezaba el fin del mundo”, escribió Oesterheld. Lo cotidiano se vuelve amenaza, y lo extraordinario, parte del paisaje urbano.
4. Buenos Aires es la protagonista
La ciudad aparece vacía, cubierta de nieve, con escenarios reales como Plaza Italia, la General Paz y el estadio de River Plate. “El trazo de Solano López tiene la precisión de un archivo urbano”, afirmó Time Out. Cada viñeta es “un espejo agrietado de algo que conocemos”.
5. El Eternauta es una alegoría política
Aunque el relato introduce enemigos de otro planeta como cascarudos, gurbos y naves, su modo de actuar —la invasión, la manipulación y el control sobre los cuerpos ajenos— refleja prácticas de dominación que ya han tenido lugar en la historia real.
6. Su autor fue desaparecido por la dictadura
Héctor Germán Oesterheld fue secuestrado por la dictadura en 1977. Nunca se recuperó su cuerpo. Su historia y la de sus hijas —también víctimas del terrorismo de Estado— están inseparablemente ligadas a la memoria argentina.
7. Un universo narrativo con enemigos inolvidables
A lo largo de la historieta, los protagonistas enfrentan amenazas que no solo representan el terror físico, sino también formas simbólicas de control y sumisión. Entre ellos están los cascarudos, criaturas gigantes blindadas con un caparazón; los hombres-robot, humanos convertidos en autómatas sin voluntad propia; y los gurbos, monstruos ciegos guiados únicamente por el instinto. Por encima de todos, se encuentran “Ellos”, los amos invisibles que dirigen la invasión desde las sombras.
En conjunto, estas criaturas funcionan como una alegoría del sometimiento: cuerpos sin pensamiento, armas sin conciencia, órdenes sin rostro. Como expresó Oesterheld en una viñeta: “La verdadera amenaza no siempre tiene rostro”.