Falleció la actriz Alejandra Darín

La actriz Alejandra Darín, quien falleció este miércoles a los 58 años, fue una figura clave en la cultura argentina y una destacada luchadora por los derechos de los artistas. La Asociación Argentina de Actores, entidad que presidió desde 2011, confirmó su deceso, y a través de un mensaje de profundo dolor, expresó: "Con inmenso desconsuelo despedimos a nuestra querida compañera Alejandra Darín, presidenta de la Asociación Argentina de Actores y Actrices. ¡Gracias, Alejandra! Continuaremos tu tarea, honrando tus valores, tu dignidad y tu compromiso."

Con una trayectoria que abarcó más de 50 años, Darín dejó su huella en el teatro, cine y televisión, destacándose no solo por su talento actoral, sino también por su ferviente dedicación a la lucha por los derechos de los artistas. La Asociación agregó: "Con una carrera que marcó a fuego nuestra escena, Alejandra se distinguió por su constante defensa de los derechos de nuestro colectivo artístico y por su sensibilidad social. Acompañamos en su dolor a sus hijos Antonia y Fausto, a su hermano Ricardo, y a sus seres queridos, abrazándolos en este difícil momento."

Nacida el 19 de junio de 1962, Darín fue parte fundamental de más de 50 exitosas producciones televisivas, como Dulce Ana, Una voz en el teléfono, La extraña dama, Rincón de luz, De carne somos, Alguien que me quiera, Son amores, Nosotros y los miedos, Poliladron, Nueve lunas, Alta comedia, Las 24 horas, Sin condena, Media falta, La leona, Verdad consecuencia, y Por ese palpitar. En cine, su participación en películas como Samy y yo, Un minuto de silencio, Ni Dios, ni patrón, ni marido, Oblivion y Historias breves VI también fue muy relevante.

Además, Darín destacó en el ámbito teatral con una carrera que incluyó producciones memorables como Un informe sobre la banalidad del amor, Tierra del Fuego, Un hombre equivocado, Copenhague, El libro de Ruth, Código de familia, A la izquierda del roble, Scalabrini Ortiz, Las de Barranco, Crimen y castigo, El evangelio de Evita, Moscú y Esquirlas. Su partida deja un vacío irreparable, pero su legado seguirá vivo en el recuerdo de quienes la admiraron y en las generaciones de artistas que inspiró.