Es que lo que debió ser una marcha pacifica de los abuelos, fue aprovechada por los políticos de izquierda y el kirchnerismo para intentar sumar agua a sus decrépitos molinos.

Ciertamente que los jubilados han sido y continúan siendo la variable de ajuste de los gobiernos de turno. Desde aquel veto de Cristina Kirchner al 82 % móvil, pasando por las fórmulas de actualización de Macri, Fernández y la actual administración. El problema ya lleva muchos años y cada vez nuestros abuelos se empobrecen más.

Muchos que cobran la jubilación mínima, de unos 350.000 pesos más un bono, no les alcanza para cubrir sus gastos, deben elegir entre comer o comprar sus remedios. Y hay casos que deben elegir en entre cuales medicamentos comprar y cuáles no. Necesariamente tienen que ser ayudados por sus familias.

No vamos a ingresar en dilucidar los orígenes del problema porque lo que deseamos referirnos es la violencia que vimos ayer y que dejó un saldo de unos 120 detenidos, un fotógrafo militante con daño cerebral grave, que en estos momentos lucha por su vida, entre otros 46 heridos, de los cuales 26 son efectivos policiales. Uno de los policías con herida de arma de fuego. Con inusitada violencia los infiltrados en la marcha incendiaron dos patrulleros y más de 70 contenedores de basura. Además, arrancaron baldosas de la Plaza del Congreso para utilizarlas como proyectiles contra los agentes.

La protesta, había comenzado de manera pacífica como todos los miércoles, pero se desbordó con la llegada de barras bravas y agrupaciones políticas opositoras al gobierno. El Ministerio de Seguridad de la Nación montó un excepcional operativo para contener a los revoltosos, que, por supuesto, no eran los abuelos, sino barras o participantes jóvenes, de conocida militancia y violencia. Actuaron unos mil efectivos de distintas fuerzas que utilizaron balas de goma, camiones hidrantes y gases lacrimógenos.

Bien conocida es la violencia de los barras bravas, ¿qué hacían en la marcha, quien los convocó, por qué aparecieron ayer? Nunca antes habían mostrado ningún tipo de solidaridad con los jubilados, ni cuando medidas tomadas por Cristina de Kirchner y Alberto Fernández empobrecían a la clase pasiva, pero este miércoles aparecieron. Los barras bravas se mezclaron con unos pocos jubilados y componentes del partido Obrero, kirchneristas y organizaciones de izquierda.

Se pudo ver Camisetas de Chacarita Juniors, que fueron la punta de lanza de la movilización futbolera. Gente de Rosario Central, que viajó 300 kilómetros desde la ciudad Santafesina. De Nueva Chicago, de All Boys, de Independiente y Racing y otros equipos, todos dejaron de lado sus conocidas rivalidades y estuvieron unidos para generar más caos. Desde el Ministerio de Seguridad informaron que fueron detenidos 100 barras, a quienes se les aplicará la prohibición de concurrencia y no podrán ingresar a ningún estadio del país.

Por la noche se escucharon cacerolazos en distintas zonas de la ciudad en repudio por la actuación policial. ¿pero que quieren los vecinos, que les quemen los autos, que haya saqueos, que violentos ingresen a sus viviendas, que toda la ciudad sea un caos? Inexplicable reacción la de los vecinos.

Las fuerzas del orden están justamente para eso, preservar el orden público y el principal deber del Estado es brindar seguridad a los ciudadanos.