Un Tucumán cafetero
El cultivo del café en Tucumán se suma a los cultivos de caña de azúcar, limón y palta, en los que la provincia es líder, con gran expectativa de crecimiento de cara al futuro.

El cultivo de café en nuestra provincia se remonta a la época colonial, cuando los jesuitas introdujeron las primeras plantas hace más de 400 años. Sin embargo, factores como el clima y la competencia con cultivos más rentables relegaron su desarrollo. A pesar de ello, existen registros de intentos de cultivo y exportación de café en la provincia hace aproximadamente un siglo. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un renovado interés por su cultivo.
Plantaciones, iniciadas hace ocho años, han demostrado adaptabilidad al clima local, resistiendo heladas sin necesidad de plaguicidas ni fertilizantes. Además, viveros locales, como Viveros Citrus, han logrado registrar oficialmente variedades de café, como la Geisha, ante el Instituto Nacional de Semillas (INASE). Este paso es crucial para establecer una producción legal y escalable en la región.
El Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP) de la provincia, ha desempeñado un papel cardinal en el impulso de la caficultura local. El organismo trabaja con 22 productores dueños de plantaciones con uno o dos años de desarrollo del cultivo. En total, son alrededor de 8500 hectáreas, en las localidades Tafí Viejo, Yerba Buena, Monteros, Alberdi y Famaillá, con potencial para llevar adelante la producción. Las áreas cultivadas presentan condiciones agroecológicas óptimas para el desarrollo del café, lo que pronostica un futuro prometedor para la producción local
En resumen, aunque el cultivo de café en Tucumán tiene raíces históricas, es en la actualidad donde se vislumbra un verdadero potencial para establecer una industria cafetera sostenible y de alta calidad en la región.
La reconocida empresa Cabrales, fundada en Mar del Plata en 1941 se sumó al proyecto. Cabrales busca llevar a las góndolas y posicionar el café tucumano junto con otras variedades, como el brasileño o el colombiano
Mediante un acuerdo con el IDEP, Cabrales aportará su experiencia, conocimiento técnico y asesoramiento para fortalecer a los pequeños y medianos productores. El plan contempla la capacitación de productores locales, el intercambio de datos e investigación con el fin de garantizar una producción de calidad acorde con los estándares internacionales.
Martín Cabrales, presidente de la compañía en diálogo con el diario La Nación señaló “Nos enorgullece contribuir al desarrollo de este proyecto pionero que pone a la Argentina en el mapa como productor de café, y sienta las bases para un futuro en el que el café argentino no solo sea un producto de consumo, sino también de producción nacional” afirmó el ejecutivo, quien precisó que las capacitaciones serán desarrolladas a través de la MUMAC Academy, una academia de introducción al mundo del café perteneciente a Grupo Cimbali y con sede en Italia, que opera en la Argentina desde hace más de un año de la mano de Cabrales.
A cambio, Cabrales obtendrá el derecho a la prioridad de compra de la producción: para el final de la curva de crecimiento, estiman un máximo de 28.000 toneladas al año, valuadas en torno a los US$250 millones. En una primera etapa, el plan apunta a abastecer al mercado interno, aunque no descarta en un futuro las exportaciones.
Tucumán que desde los tiempos coloniales se destacó por su capacidad de emprendimiento y adaptación a los cambios, vuelve a poner la nota. Es de esperar que el café se sume a los otros cultivos donde nuestra provincia señala rumbos.