Un enero muy movido
Reanudamos nuestros editoriales, luego del tradicional receso de enero. Un enero muy movido y con temas muy complejos, algunos felices y otros no tanto, que se han generado en nuestra Argentina y en el mundo.
Entre los felices mencionamos en primer lugar al acuerdo de Alto el Fuego que han acordado Israel y el grupo terrorista Hamas con intercambio de prisioneros y de rehenes, tarea que actualmente se está llevando a cabo de manera lenta y progresiva.
En nuestra Argentina el gobierno decretó que el 2025 sea el año de la Reconstrucción de la Nación Argentina. En el Decreto 2/2025 se dice que “a lo largo del año 2024, esta Administración, junto con el esfuerzo de los ciudadanos, se encomendó a paliar la profunda crisis en la que se encontraba nuestro país”…”Que las políticas públicas adoptadas durante el transcurso del año 2024 permitieron alcanzar la estabilización de la situación macroeconómica, poniendo a nuestro país de pie y sentando las bases para que pueda avanzar al horizonte que proyectaron nuestros fundadores de la Patria” Que por estos considerando y otros más se propicia declarar al año 2025 como el “Año de la Reconstrucción de la Nación Argentina”.
Milei participó por segundo año consecutivo del Foro de Davos, en esta ocasión como el orador estrella. Conforme a su línea de pensamiento, afirmó que occidente "está en peligro por el socialismo" y alabó al capitalismo. Pero se fue de pista cuando atacó al feminismo, afirmando que en sus versiones más extremas, la ideología de género “constituye lisa y llanamente abuso infantil" y asoció a parejas homosexuales con la pedofilia. Como era de esperar la comunidad LGTBIQ, organizaciones feministas y sociales, sectores políticos de izquierda y gran cantidad de periodistas salieron a responderle con los tapones de punta.
En los EE.UU Donald Trump inició su segundo mandato como presidente prometiendo iniciar una “edad de oro en América” Anunció declarar la emergencia nacional en la frontera sur y el reconocimiento de sólo dos géneros.
Anunció aumentos de aranceles para los artículos que el país importa de China, México y Canadá y la deportación de miles de inmigrantes ilegales, una tarea que ya comenzó, enviando en vuelos especiales a sus respectivos países a los indocumentados. Es de suponer que en esta nueva etapa continúe su línea populista, conservadora y de confrontación con los grupos de poder político y mediático. Europa no debe sentirse aliviada por la política arancelaria, seguramente ya llegará la hora de que Trump se ocupe de grabar sus productos.
La manifiesta amistad de Javier Milei con el magnate presidente podría resultar beneficiosa para nuestro país quizás no. Es un tema que está por verse. Lo veremos con el tiempo.