Es que sin duda, la asunción de Donald Trump, en versión corregida y aumentada, a la presidencia del país número uno del planeta ha provocado un cambio radical en el comercio y la geopolítica mundial y desorganizado todo lo que estaba bien ordenado.

Quitarle el apoyo a Ucrania, dejando al país europeo sin ayuda, intentando sobrevivir ante la agresión rusa ordenada por Putin; afirmar que Canadá debe ser un Estado de la Unión anexándose a los EEUU como el Estado número 51; aplicar fuertes aranceles al mismo Canadá y a México, sus vecinos inmediatos. Establecer gravámenes de importación a todo producto que no esté fabricado en el territorio de la Unión, son palabras o acciones que hacen temblar de alguna forma a toda la humanidad porque sin duda la afecta. También intenta apropiarse de Groenlandia que pertenece a Dinamarca.

El multimillonario Elon Musk figura relevante del gabinete de Milei, propone entre otros desplantes de un nacionalismo soberbio, que EEUU abandone las Naciones Unidas y también de la OTAN. Ya se anunció oficialmente el retiro de la OMS.

Claro está que Europa se defiende, los principales países del viejo continente se han comprometido a continuar ayudando a Kiev y utilizar todos sus recursos para defenderse de cualquier tipo de agresión.

En 1945 tras la terrible tragedia de la Segunda Guerra Mundial, se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con la finalidad de evitar las guerras procurando la paz, los derechos humanos y el desarrollo sostenible. Uno de los principales impulsores de la Organización ha sido y continúa siendo EE. UU. tanto que la sede principal está en Nueva York, donde tiene lugar la Asamblea Anual.

En cuanto a la Organización del Tratado del Atlántico Norte OTAN o NATO (por sus siglas en inglés), también conocida como la Alianza Atlántica, es una alianza militar internacional que se rige por el Tratado del Atlántico Norte o Tratado de Washington, firmado el 4 de abril de 1949. Cuenta con 32 estados miembros.EE. UU. y Europa han tenido una estrecha relación de 80 años, ocho décadas que se transitaron en una paz relativa, pero finalmente paz, sin conflictos de envergadura.

En un par de meses el mundo ha dado un enorme vuelco, estamos viviendo ya en un planeta diferente hasta la llegada de Trump y todavía no se sabe cuál será el alcance de sus disposiciones, porque un día da un paso adelante y al día siguiente retrocede. Europa se abroquela, y se ha desatado una furiosa guerra comercial.

China con su ancestral prudencia, aguarda que Occidente continúe este camino que le abre muchas puertas hoy cerradas, mientras Trump y Elon Musk deliberan que pasos darán para complicar más el estado de cosas.