Fue la primera ocasión en que se vieron cara a cara Javier Milei con el presidente carioca Luiz Inácio Lula Da Silva, con el que mantiene una disputa ideológica y se manifiestan mutuas antipatías personales. Esto comenzó en 2023 cuando el presidente argentino llamó a su par brasileño “comunista y corrupto”.

Se temía que Argentina no firmara la Declaración final, sin embargo si lo hizo, dejando en claro su rechazo a los puntos asociados con la Agenda 2030 y sus diferencias respecto a la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y la propuesta de cobrar un impuesto a los “super ricos”.

Pero sin duda que un punto muy alto de su presencia en Río, fue el encuentro que mantuvo con el presidente chino Xi Jinping. El presidente libertario y el líder comunista se encontraron por primera vez para avanzar en una agenda común vinculada a las inversiones en infraestructura que pretende Beijing y la necesidad de Argentina de mantener el swap y multiplicar las exportaciones al lejano oriente. Durante el encuentro, Xi Jinping cursó una invitación formal a Milei para que visite China, y el presidente argentino retribuyó con una invitación similar para que Xi pase por Buenos Aires.

La necesidad tiene cara de hereje. Argentina necesita de China, además de ser el país asiático uno de nuestros principales socios comerciales, por lo que Milei, dejó atrás sus irreductibles credos para convertirse en un presidente pragmático. Recordemos que el libertario era muy reacio a mantener relaciones diplomáticas con el régimen comunista de China.

Milei también se reunió en Rio con el primer ministro de la India, Narendra Modi, con el titular del Banco Mundial, Ajay Banga y con Kristalina Georgieva, fugazmente por problemas de agenda. Antes, recibió en Buenos Aires, al presidente de Francia Emmanuel Macron y de regreso de la Cumbre, también en Argentina, a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

No caben dudas de que Milei se está moviendo en el exterior, como pez en el agua y tiene para mostrar significativos logros en la economía. Esto lo reflejan los mercados al subir fuertemente las acciones de las empresas argentinas y caer el riesgo país por debajo de los 800 puntos y ya se advierten señales de recuperación en algunos sectores de la economía. Es muy importante que el clima social se atempere para seguir adelante.