Milei califica de nula a la sesión que expulsó al senador Kueider
Nuevamente se presentan roces entre el presidente Javier Milei y su vicepresidente Victoria Villarruel.
Esta vez, por la sesión en la que el Senado decidió expulsar al legislador Kueider detenido por la policía paraguaya cuando intentaba ingresar ilegalmente 200.000 dólares al país vecino. Desde la Casa Rosada buscan anular lo actuado afirmando que la sesión fue nula ya que la Vice, estaba ejerciendo como presidente en momentos en que se realizaba la sesión.
Sin embargo, el argumento no es válido, el artículo 88 de la Constitución Nacional, prevé que el vicepresidente asume el cargo de presidente una vez que firma que es notificado por el escribano de gobierno, y esto no ocurrió antes de la sesión.
Es de esperar que este incidente no empeore la relación entre las dos figuras más prominentes del actual gobierno y tengan memoria histórica para no caer en situaciones similares de nuestro pasado, que pueden llegar a ser graves.
Bien vale recordar algunos de los episodios que implicaron ruptura entre el presidente y su vice registrados tiempo atrás. Nuestra memoria trae al presente cuando el vicepresidente Julio Cobos votó en contra de la medida impulsada por su propio gobierno, en detrimento del sector agro exportador, y diseñada por el ministro de Economía de ese entonces, Martín Lousteau. A partir de ese momento el vicepresidente no fue invitado a ningún acto oficial y en cierta manera ignorado por la Casa Rosada.
Tampoco fue buena la relación entre el presidente Carlos Menem y su vice Eduardo Duhalde, entre ambos existían diferencias ideológicas y de personalidad. Menem, un líder pragmático, asumió la presidencia en 1989 con un enfoque neoliberal en materia económica y una política exterior que buscaba la apertura hacia el mundo y la integración regional. Duhalde representaba una facción más tradicional del peronismo, con raíces más arraigadas en el movimiento obrero y una visión más nacionalista y proteccionista en lo económico
Mas compleja fue todavía la relación entre el presidente Fernando De la Rúa y su vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez. Ambos asumieron el gobierno en diciembre de 1999, con la promesa de llevar al país por un camino de estabilidad económica y reformas institucionales. Sin embargo, la presidencia se vio rápidamente involucrada en una crisis económica y social que se profundizó, con altos niveles de desempleo, recesión y una deuda pública insostenible.
Chacho Álvarez no ocultaba su insatisfacción por la política económica y los ajustes implementados por el gobierno en el intento de estabilizar la situación. Finalmente, el vicepresidente optó por renunciar tras un escándalo de supuestos sobornos en el Senado, potenciando la crisis, que culminó en un estallido y con la renuncia de De la Rúa, en diciembre de 2001.
Y está muy fresco aún, el recuerdo de la pésima relación entre Cristina de Kirchner y Alberto Fernández, proclamado candidato del Frente de Todos a través de un tuit de Cristina. Así fue como el ex jefe de Gabinete de Néstor y de Cristina llegó a la presidencia de la Nación. Alberto fue ninguneado y criticado en sus decisiones, en reiteradas ocasiones, por la viuda de Kirchner. Como síntesis, terminó su mandato siendo evaluado como el peor presidente de la democracia.
Claro está que este enunciado está lejos de ser completo, muchos otros episodios de mala relación y hasta duros enfrentamientos se registraron entre los presidentes argentinos y sus vices.