Las festividades de Navidad y Janucá
En la película Las Manos, de Alejandro Doria, protagonizada por Jorge Marrale y Graciela Borges, el Padre Mario Pantaleo de quien se trata el film, visita una sinagoga y asiste a una ceremonia judía.
Luego comenta emocionado que es la 1ra. vez que presencia una ceremonia judía, similar a la que Jesús tantas veces asistiera en vida. El hecho resulta un tanto extraño.
No podemos olvidarnos que Jesús era un judío practicante y ortodoxo. Y que las bases del cristianismo están fundamentadas en la ancestral religión de Moisés. Cristo anunciaba el establecimiento del reino de Dios y presentaba como novedad la igualdad de los hombres ante el Creador.
Tras su muerte en la Cruz, se formó la primera comunidad judeocristiana dirigida por Santiago el Mayor. Esto ocurría solo cincuenta días después, durante lo que hoy recordamos como la festividad de Pentecostés. En principio, los discípulos vivieron en comunidad, dirigidos por los propios apóstoles, atendidos por los diáconos o ministros, y predicando en las áreas cercanas a Jerusalén
En Nazaret, la aldea natal de María, la madre de Jesús y lugar donde transcurriera la mayor parte de su vida, se erigió el primer santuario, en realidad una sinagoga. Está claro que la idea original no era fundar una nueva iglesia, una nueva fe religiosa, sino más bien un nuevo culto hebreo.
El cristianismo abrevó en las fuentes del judaísmo y tomó el antiguo testamento como propio. No podía ser de otra manera. Podríamos decir que la nueva religión nació como una secta judaica y desde Jerusalén se propaló rápidamente aprovechando la natural tendencia expansiva de los judíos por Oriente. Y que, en el Asia Menor, nacieron las primeras comunidades cristianas.
No resulta casual que en muchas ocasiones compartamos fechas -como la Pascua, por ejemplo-, aún cuando tengan sentidos totalmente diferentes. Este miércoles, los cristianos del mundo entero celebraremos la Navidad, la fiesta del cumpleaños de Jesús, nacimiento que se renueva año tras año dejándonos un mensaje de paz y de amor.
Pero la Navidad actual, no solo es para los cristianos, alcanza a toda la humanidad, incluyendo países como la India y Japón donde se profesan otros credos religiosos, la fiesta del cumpleaños de Cristo es un magno acontecimiento universal.
También esta semana, los judíos celebran Janucá, la festividad que conmemora el triunfo de los hebreos sobre los griegos y los persas. La historia nos informa que, durante años, los Sirios-Griegos no permitieron, que los judíos de Erets Israel cumplieran la Torá y las mitsvot. Incluso profanaron el sagrado Bet Hamikdash. Finalmente hubo una exitosa revolución contra los opresores.
Al recuperar el templo se encontró una provisión de aceite puro sólo para un día. Lo encendieron y, milagrosamente, duró ocho días, tiempo que demandaba la purificación de un nuevo aceite. Este milagro será representado este miércoles, con el encendido de la primera vela o una menorá de aceite cada noche, durante ocho. Las llamas deben durar hasta por lo menos media hora después de que oscurezca.
Quise establecer una correspondencia entre ambas celebraciones porque, a pesar de tener orígenes análogos, a pesar de que honramos al mismo Dios, a pesar de tener tanto en común, hubo en el pasado profundos odios entre cristianos y judíos.
Felizmente en las últimas décadas ha habido avances muy significativos en el diálogo entre las religiones. Ejemplos de esto han sido la histórica visita de Juan Pablo II a la sinagoga de Roma y la del actual Papa Francisco a la misma sinagoga en 2016 donde pidió decir "no" al antisemitismo. Recorrió el templo y aseguró "que la violencia del hombre sobre el hombre se contradice con cualquier religión"
El tercer gran credo monoteísta, el islamismo, también participa del diálogo ecuménico aun cuando el fanatismo de unos pocos eche mantos sombríos sobre algunos lugares del planeta. No obstante, el futuro se muestra muy tangible para el encuentro efectivo de las tres grandes religiones.
Para judíos y cristianos: FELIZ JANUCÁ y FELIZ NAVIDAD