La Pascua Judía o Pesaj
Esta semana los judíos del mundo entero celebran su Pascua.

- Volanta: Rafael Bulacio
Desde mañana 12 de abril al atardecer hasta el domingo 20, las familias se reunirán para celebrar el Pesaj. En la diáspora, donde reside la mayoría de la comunidad judía argentina, la festividad se celebra durante ocho días. Los dos primeros días (13 y 14 de abril) y los dos últimos (19 y 20 de abril) son considerados días festivos en los que se realizan servicios religiosos especiales y se evita el trabajo.
Los cristianos por nuestra parte, desde el lunes, ingresaremos en nuestra Semana Santa que culminará el Domingo 20 cuando celebraremos las Pascuas de Resurrección del Señor Jesucristo. No siempre concuerdan ambas festividades, pero las fechas siempre están cercanas. No debemos olvidar que Jesús murió un viernes, justo cuando se celebraba la Pascua en Jerusalén y por tal motivo fue sepultado de apuro y de manera provisoria en un sepulcro todavía no usado, propiedad de un rico judío seguidor del Mesías, llamado José de Arimatea.
Si bien coinciden en el nombre, las celebraciones tienen motivos muy diferentes. Los judíos rememoran la salida y liberación del pueblo hebreo de Egipto donde vivían en esclavitud, el Éxodo. Este acontecimiento que marca el nacimiento de la Nación Judía como tal, es recordado más de 150 veces en la Torá, (Pentateuco para la Biblia Cristiana) “Y en efecto, ese mismo día sacó Hashem a los israelitas de la tierra de Egipto, organizados por tribus” Shemot (Éxodo) 12:51 Según la tradición, Dios ordenó a Moisés que los israelitas marcaran con sangre de cordero las puertas de sus casas para que el Ángel de la Muerte “pasara por encima” de ellas durante la décima plaga, la muerte de los primogénitos egipcios. Este acto dio origen al nombre “Pésaj”, que significa “pasar por encima” .
Los cristianos en cambio, recordamos en la semana entrante, los últimos momentos de la vida de Jesús, la última cena, la instauración de la eucaristía, su Pasión, su muerte en la Cruz y su Resurrección. Hoy nuestra nota está dedicada a la Pascua Judía.
Pesaj tiene el simbolismo de la emancipación. Es la salida del cautiverio, de la opresión física, del dolor material, de la degradación social y del deterioro espiritual. Pesaj es el renacer a la libertad y no solamente para el pueblo judío, sino también, para todos los hombres del mundo. El sentido de Pesaj ha inspirado a todos los pueblos que han buscado su libertad desde tiempos inmemoriales. En ambas celebraciones la cristina y la judía, la Pascua implica el renacer, la libertad y es emblema de dignidad del ser humano.
Las familias judías, reunidas en la mesa familiar tienen la costumbre realizar un séder, una cena ritual que incluye la lectura de la Hagadá, texto que narra la historia del Éxodo y contiene oraciones, canciones y símbolos que rememoran la salida de Egipto. Además, se evita el consumo de alimentos fermentados (jametz) y se come matzá, un pan sin levadura que recuerda la prisa con la que los israelitas abandonaron Egipto, sin tiempo para dejar fermentar el pan. Aquella epopeya encabezada por Moisés en busca de la Tierra Prometida. Esta lectura persigue un objetivo, la recordación de un tiempo recuperado para el hombre que de pronto comienza a disfrutar de la libertad.
La salida de Egipto del pueblo judío devuelve “el tiempo”. Como dice el Eclesiastés, capítulo 3. - Es por eso que la Torá fija un nuevo tiempo (Shemot 12:2) “Este mes será para vosotros el comienzo de los meses, será el primero de los meses del año”.
La celebración de la Pascua por los hebreos es anterior al Éxodo. Originariamente era la fiesta del retorno primaveral de la vegetación, común a todas las civilizaciones primitivas. Sin embargo, la Pascua, por la oportuna coincidencia de su celebración con la liberación de Egipto, llegará a ser para Israel la recordación de esta liberación (cf. Éx 12 y 2 Re, 23, 21-23).
Para todos los tucumanos que conforman la gran familia judía de nuestra comunidad, que nuestra nota valga como una sincera adhesión a su celebración.