Habemus Papa, el norteamericano Robert Prevost
133 cardenales, algunos de ellos frisando ya los ochenta años, eligieron ayer en el segundo día de votación al nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.

- Volanta: Rafael Bulacio
El electo es el Cardenal Robert Francis Prevost, de sesenta y nueve años, un norteamericano, nacido en Chicago Illinois y con ciudadanía peruana por su trabajo de 18 años en este país tan cercano al nuestro, Prevost se convierte así en el primer Papa de Estados Unidos y el segundo del continente americano, luego de ser electo en el cónclave para suceder al fallecido Jorge Bergoglio.
Alineado con los ideales de Francisco, Prevost fue prior general de los Agustinos y obispo de Chiclayo, en el noroeste de Perú, donde fue designado en 2014 por el papa argentino.
En 2023 Francisco lo llevó a la curia romana para ponerlo al frente de uno de los “ministerios” más importantes del Vaticano: el Dicasterio para los Obispos, un cargo clave en la estructura de la Iglesia por ser el que se encarga de la selección de obispos en todo el mundo.
El cardenal Prevost se asemeja a su predecesor en su fuerte compromiso con los pobres y los migrantes, y en ir a su encuentro, como pregonaba Francisco. “El obispo no debe ser un principito sentado en su reino. Está llamado auténticamente a ser humilde, a estar cerca de la gente a la que sirve, a caminar con ellos, a sufrir con ellos”, señaló el año pasado. Bergoglio también lo designó como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina gracias a su gran conocimiento sobre la realidad y las periferias de la región.
Eligió el nombre de León, o sea León XIV y en su primer discurso como nuevo líder del catolicismo dedicó sus primeras palabras al papa Francisco y a su presencia en la misa de Pascua. Por eso, y con una clara connotación de su vínculo, se espera una fuerte continuidad del legado de Bergoglio: austeridad, una oración fuerte, encíclicas enfocadas a los problemas del mundo y un papa de gran conexión con los fieles y el resto de los credos.
Al elegir llamarse León, el flamante Papa, rinde homenaje a León XIII el último pontífice en elegir este nombre. Su papado (1878–1903) fue uno de los más influyentes del siglo XIX. Su encíclica Rerum Novarum sentó las bases de la doctrina social de la Iglesia, defendiendo los derechos de los trabajadores y posicionando al Vaticano en los debates sobre justicia económica. León XIII también impulsó el diálogo con los estados modernos, promovió la educación, la ciencia y el pensamiento filosófico, especialmente a través del tomismo.
El nuevo Papa, de buena formación en Teología y Matemáticas, y conocido por su dominio de seis idiomas: inglés, español, italiano, francés, portugués, y conocimiento de lectura en latín y alemán, podría estar señalando su intención de retomar esa sensibilidad hacia los temas sociales y esa actitud de apertura sin romper con la tradición. También el nombre León, nos remite a San León Magno. Representa fortaleza doctrinal, autoridad pastoral y valentía para enfrentar amenazas externas e internas.
La elección de Robert Prevost nos hace vislumbrar buenos tiempos para la Iglesia.