Fin del cepo y el comienzo de la Semana Santa
Hoy es un día de gran expectativa por la reacción de los mercados ante la eliminación del cepo cambiario.

- Volanta: Rafael Bulacio
El tipo de cambio flotará en una banda entre $1000 y $1400 y cualquier persona física tiene acceso a los mismos. Que flotará entre $1000 y $1400 pesos implica que si la cotización cae o supera estos límites, intervendrá el Banco Central. Será el mercado el que fije el valor de la moneda estadounidense que es para los argentinos nuestro signo monetario de referencia. Los operadores del mercado estiman que hoy abrirá a la mitad de la banda. Pero con el correr de los días, tendremos una estimación más real.
Se ha anunciado también que mañana martes llegarán los fondos del FMI, y hoy arriba a Buenos Aires el secretario del Tesoro de los EE. UU una clara manifestación de apoyo de la administración Trump a la de Javier Milei.
La salida del cepo se da varios meses después de haber asumido el actual gobierno, sin embargo antes de los que todos esperaban, calculada recién para octubre o noviembre. El cepo cambiario en Argentina comenzó formalmente el 31 de octubre de 2011, durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. Ese día, la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos, hoy ARCA) implementó una normativa que restringía la compra de dólares para ahorro y establecía controles sobre la adquisición de divisas extranjeras.
Desde entonces, el acceso al dólar comenzó a requerir autorización previa, y con el tiempo se aplicaron límites cada vez más estrictos. El “cepo cambiario”, tuvo distintas versiones y niveles de restricción. Durante el gobierno de Mauricio Macri se levantó, pero luego se lo repuso. El objetivo siempre fue evitar la fuga de capitales y preservar las reservas del Banco Central. Milei dice ahora que se eliminó el Cepo para siempre. Ojalá no se equivoque.
Pero hoy también se inicia la Semana Santa. El viernes dedicamos este espacio a la Pascua judía o Pesaj. Este año la celebración cristiana, la más importante en el calendario litúrgico de nuestra iglesia, coincide con la judía, aunque ambas celebraciones tienen un significado muy diferente.
Los judíos conmemoran la salida del pueblo hebrero de Egipto, y el paso del Mar Rojo, hecho sucedido aproximadamente en el año 1250 antes de Cristo. (Éxodo 12,1-9). El acontecimiento bíblico señala el nacimiento de la nación judía.
Los cristianos rememoramos la pasión y muerte en la Cruz de Jesús, el Cristo. La celebración culminará el domingo que será de Gloria, porque se celebra la Resurrección de Jesús tal como lo había prometido y que da sentido a toda nuestra religión; es la fiesta más importante del mundo cristiano, porque significa el triunfo de la vida sobre la muerte, es la fiesta de la renovación y de la esperanza.
Ambas Pascuas celebran la acción de Dios que transforma la historia de su pueblo: sacándolo de la esclavitud o venciendo a la muerte, y abriendo un camino hacia la libertad y la esperanza.