Elon Musk versus Donald Trump
Hay hechos y situaciones que se producen lejos de nuestras fronteras, sin embargo tienen la capacidad de afectarnos a todos.

- Volanta: Por Rafael Bulacio
Un viejo proverbio africano dice: Cuando dos elefantes pelean, es la hierba la que sufre. Efectivamente, los daños que un conflicto puede causar a terceros puede ser mayor que el conflicto mismo.
La reciente y pública confrontación entre Donald Trump presidente de la Nación líder del planeta y Elon Musk el hombre más rico del mundo, marca una ruptura profunda, en una relación que anteriormente fue de colaboración política y empresarial.
Musk había sido designado por Trump para liderar el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un cargo en EEUU con objetivos similares al que actualmente ocupa Federico Sturzenegger, como Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, en nuestro país. Claro está que el multimillonario Musk había donado más de 290 millones de dólares a la campaña de Trump.
Pero la influencia de Musk fue disminuyendo debido a conflictos internos y acusaciones de falta de transparencia. Además, Musk se sintió traicionado por las políticas que afectaban negativamente a sus empresas.
El punto de inflexión fue la aprobación del proyecto de ley fiscal y presupuestaria de Trump que Musk criticó duramente, calificándolo de “abominación repugnante” debido a que, según él, incrementaría el déficit federal en 2,5 billones de dólares y eliminaría subsidios clave para vehículos eléctricos, afectando directamente a Tesla.
A modo de respuesta Trump amenazó con cancelar todos los contratos gubernamentales con las empresas de Musk, incluyendo SpaceX, Tesla y Starlink, lo que provocó una caída del 14% en las acciones de Tesla. Un monto de unos 34.000 millones de dólares en un solo día, sobre un patrimonio estimado en 335.000 millones de dólares.
La pelea entre estos dos colosos refleja una combinación de desacuerdos políticos, intereses económicos y rivalidades personales, con consecuencias que podrían influir en la dinámica política y económica de Estados Unidos en el futuro cercano. Además, tiene repercusiones significativas que se trasladan a todo el planeta. Lógicamente ha generado divisiones dentro del movimiento conservador al que adhiere sin condicionamientos nuestro presidente Javier Milei.