El papa Francisco condena las deportaciones de Trump
La carta del papa está fechada el 10 de febrero, pero se hizo pública ayer, el mismo día en que el Vaticano anunció que Francisco había nombrado arzobispo de Detroit a un obispo proinmigrantes.
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En un documento difundido ayer, el Pontífice pide a los católicos de EE.UU. que no cedan “ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados".
Francisco, nuestro Jorge Mario Bergoglio, que es el primer latinoamericano en ocupar el sitial de San Pedro, ha publicado una original carta dirigida a los obispos estadounidenses “en estos delicados momentos” el Papa dice que ha seguido “con atención la importante crisis que está teniendo lugar en los Estados Unidos con motivo del inicio de un programa de deportaciones masivas.
La conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad”.
La misiva, escrita en inglés y español, es muy severa y con frases y expresiones contundentes. Habla de “muros de ignominia” y llama a los fieles a oponerse a la política migratoria de Trump.
Tras defender la dignidad de todas las personas sin excepción, Francisco añade con una lectura claramente política: “Preocuparse por la identidad personal, comunitaria o nacional, al margen de estas consideraciones, fácilmente introduce un criterio ideológico que distorsiona la vida social e impone la voluntad del más fuerte como criterio de verdad”.
Francisco afirma que una política de inmigración “no puede construirse a través del privilegio de unos y el sacrificio de otros”. “Lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará”, advierte. Tom Homan, el funcionario norteamericano responsable de la inmigración que profesa la fe católica, ha dicho en una conversación con periodistas que el Papa debería “concentrarse en la Iglesia católica” y dejar que sean los estadounidenses quienes se ocupen de sus fronteras. “
¿Quiere atacarnos porque protegemos nuestras fronteras? El Vaticano tiene un muro alrededor, ¿correcto? (...) Y nosotros no podemos tener un muro alrededor de los Estados Unidos” Francisco afirma que la deportación “lastima la dignidad” de las personas y eso es una cuestión que “no es menor”.
“Un auténtico Estado de derecho se verifica precisamente en el trato digno que merecen todas las personas, en especial, los más pobres y marginados. El verdadero bien común se promueve cuando la sociedad y el gobierno, con creatividad y respeto estricto al derecho de todos, acogen, protegen, promueven e integran a los más frágiles, desprotegidos y vulnerables”, escribe.
En otro pasaje afirma: “Todos los fieles cristianos y los hombres de buena voluntad, estamos llamados a mirar la legitimidad de las normas y de las políticas públicas a la luz de la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales, no viceversa”.
La carta del papa está fechada el 10 de febrero, pero se hizo pública ayer, el mismo día en que el Vaticano anunció que Francisco había nombrado arzobispo de Detroit a un obispo proinmigrantes.