En la segunda semana de octubre se registró una suba de precios de los alimentos del 1,5%

En la segunda semana de octubre se registró una aceleración en la suba de precios de los alimentos con un alza de 1,5%, una diferencia de 1,3 puntos porcentuales respecto a los primeros siete días del mes. Para la consultora LCG, esto se explicó por el impacto de alzas en los productos vinculados a bebidas. La pregunta que se siguen haciendo en el mercado es si la administración Javier Milei logrará llegar al 3% de inflación para diciembre.

Las apuestas están a la orden del día. De todas maneras, más allá de la morigeración mensual en la variación general de precios de septiembre, el consumo sigue en picada libre, dato que corrobora una vez más la cruenta licuación de ingresos como consecuencia del programa de inanición económica del presidente Milei

La consultora LCG detectó una aceleración semanal en la variación de los precios de los alimentos de 1,3 puntos porcentuales. “El fuerte incremento semanal de Bebidas, sumado a su peso relativo, explicó casi el 80% de la inflación de esta semana. Estacionales como Frutas y Verduras, moderaron el aumento general”, puede leerse en su último informe de coyuntura. De acuerdo a este relevamiento privado, las comidas listas para llevar registraron un alza semana de 3%, seguido por la categoría azúcar, miel y cacao con un avance de 2,5%, mientras que los panificados aumentaron 1,4%.

Otra de las consultoras que suele medir el día a día de la variación de precios es CP Consultora. En su caso, más enfocada en los grandes supermercados, detectó una caída en el ritmo de aumentos de los alimentos. “La inflación en octubre descendió hasta una media móvil de 1,2% en las dos primeras semanas”, destacaron. En las últimas cuatro semanas resaltaron los aumentos de frutas (7%) y aceites, grasas y mantecas (5,6%). Por el otro lado, las verduras tensionaron a la baja (-14%).

Menos consumo en septiembre

El IPC mensual logró perforar la barrera del 4%. La inflación de septiembre, según el Indec, fue de 3,5%. La merma estuvo impulsada por la baja del Impuesto País, situación que repercutió en un abaratamiento de los productos importados. Pero, más allá del festejo oficial por la morigeración de este indicador, el otro lado de la moneda arroja un descenso persistente del consumo. Las familias siguen comprando menos alimentos.

Las ventas minoristas pymes disminuyeron 5,2% interanual en septiembre, a precios constantes, y acumulan un declive del 15% en los primeros nueve meses del año, según el relevamiento mensual que realiza la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En el acumulado enero – septiembre, la baja en el consumo de alimentos, según CAME, llegó al 18,6%; en el caso de los productos de farmacia, la caída del consumo llegó al 25,5%. Es decir, las familias dejaron de comprar alimentos y medicamentos.